El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

Hay que mirar más allá

“Cualquier camino es bueno si uno no sabe para dónde se va”, le dice el sombrero a Alicia en el País de las Maravillas.

17 de enero de 2020 Por: Ricardo Villaveces

Inmersos en el día a día y agobiados por el alud de información y de noticias de un mundo que parece de comedia sino fuera por las consecuencias que pueden tener, poco tiempo se dedica al largo plazo y a pensar en los objetivos que se quieren lograr como sociedad. “Cualquier camino es bueno si uno no sabe para dónde se va”, le dice el sombrero a Alicia en el País de las Maravillas.

Es pues una lástima que no se hubiera aprovechado mejor la celebración del Bicentenario el año pasado para que se hubieran hecho muchos ejercicios de reflexión sobre Colombia. Es claro, y así lo confirman quienes se han dedicado seriamente a estos temas, que el futuro es imposible de predecir, por eso es mucho más útil pensar en escenarios, en probabilidades de ocurrencia y en tendencias predominantes para imaginar, de alguna manera, lo que pueden ser los próximos años para orientar y diseñar las acciones y las políticas que requiere el país.

A comienzos de los años 70 Alvin Toffler y su libro ‘El shock del futuro’ ocupó las listas de los libros más vendidos al poner de presente las consecuencias del cambio acelerado que se veía por todos lados. Y decía, “el cambio es el proceso por medio del cual el futuro invade nuestras vidas”. Qué diría el señor Toffler en estos tiempos cuando el ritmo del cambio es alucinante y todos los días nos despertamos sorprendiéndonos por cosas nuevas, situaciones imprevistas y redefiniciones en las formas de relacionarse, de aprender, etc.

No sabemos hoy cuáles serán los empleos del futuro, no sabemos qué tipo de actividad productiva tiene potencial de desarrollo, no sabemos cómo será el sistema educativo de quienes están hoy por entrar al colegio, etc. Pero aunque no se sepa hay que reflexionar sobre el futuro y tener apreciaciones sobre lo que se cree más probable. ‘Gracias por llegar tarde’, se llama un libro reciente de Thomas Friedman donde agradece a un amigo por incumplirle una cita por la oportunidad que le da al esperarlo de pensar y reflexionar y salirse del corre corre cotidiano.

Por eso es especialmente importante el informe de la llamada Misión de Sabios, que con el título ‘Colombia hacia una sociedad del conocimiento’, se presentó el pasado mes de diciembre y en esto sí hay que aplaudir la iniciativa del gobierno. El documento debe convertirse en tema de estudio, discusión y debate razonado, no de titulares de prensa ni de escándalos mediáticos. Solo ver la cantidad de personas altamente calificadas que participaron en su elaboración pone de presente la seriedad del trabajo y la importancia de que este se convierta en objeto de estudio, complementación para el diseño de políticas públicas y privadas que permitan su aprovechamiento.

Deben ser las universidades y los centros de pensamiento los que lo analicen, pero también las distintas instancias del sector privado pues el futuro nos está atropellando y pocos esfuerzos se hacen para entender lo que ocurre. Mientras tanto, espantamos la inversión y la innovación, como está ocurriendo con Uber.