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El fin del poder

No es fácil entender un mundo tan convulsionado en el que las...

18 de mayo de 2013 Por: Ricardo Villaveces

No es fácil entender un mundo tan convulsionado en el que las personas e instituciones que por años habían sido sinónimo de poder, de estabilidad y de solidez resultan tan frágiles y volátiles como muchos desconocidos. El fenómeno es generalizado y lo viven desde los países que vivieron la ‘primavera árabe’, pasando por la monarquía española y qué decir de grandes empresas que desaparecen después de historias centenarias. A nivel local son muchos los ejemplos que se pudieran citar pero lo que vale la pena destacar es que experimentamos el mismo ritmo de cambios.Por eso resulta refrescante encontrar libros que dan luces sobre aquello que inquieta como ocurre con el reciente libro del venezolano Moisés Naim titulado ‘The End of Power’ (Basic Books, 2013). De manera muy lúcida Naim explica cómo una de las características de estos tiempos tiene que ver con el debilitamiento de lo que considerábamos en los diferentes ámbitos el poder tradicional. Como lo dice de manera sintética “en el Siglo XXI el poder es más fácil de alcanzar, es más difícil de usar y es más fácil de perder”. Y dice Naim, esto tiene que ver con tres revoluciones que viene experimentando el mundo: la que llama la ‘revolución del mas’, la de la ‘movilidad’ y la de la ‘mentalidad’.Aunque, obviamente, es recomendable leer el libro para conocer toda la argumentación, en breves palabras, dice él, esto tiene que ver con la posibilidad que tenemos hoy de tener más de todo (población, tamaño, nivel de vida, tasa de alfabetismo, productos en el mercado, opciones de información, etc). Por el otro lado, la revolución de la movilidad que permite que se movilicen no solo las personas, sino las ideas, el dinero, los valores, etc. y, por último y en parte como consecuencia de lo anterior, la revolución de la mentalidad que crea nuevas estructuras mentales que incorporan nuevas expectativas y aspiraciones. Todo lo anterior acompañado por la revolución tecnológica de las comunicaciones y las tecnologías de la información suponen grandes retos a las estructuras tradicionales del poder.La gente a todo nivel quiere y puede participar y esta situación da lugar a una situación en la que antes que competencia o conflicto entre ‘mega jugadores’ lo que se presenta es la aparición de multitud de ‘micro jugadores’ con capacidad de desafiar a los poderosos tradicionales. Esto da lugar a infinidad de situaciones en las que quienes se sentían seguros por la protección que les otorgaban lo que se pudieran llamar ‘barreras de entrada’ a sus círculos del poder se ven amenazados y más de una vez, derrotados por los nuevos jugadores.El tema da para muchas disquisiciones, y ensayos, como el de Naim pueden ser objeto de múltiples controversias. Lo importante resulta ser lo útil que es conocer este tipo de planteamientos para reflexionar sobre los mismos y reconocer que se requieren elementos adicionales a los tradicionales para entender este mundo al que nos enfrentamos que puede ser apasionante o aterrador dependiendo del nivel que tengamos de comprensión sobre lo que está ocurriendo.