Buscar soluciones realistas

La situación de los cafeteros es, sin la menor duda, preocupante. Los muy bajos precios y las características de la caficultura colombiana en la que los productores son en su inmensa mayoría muy pequeños pueden dar lugar a una situación social muy preocupante. Es necesario pues buscar soluciones que sean efectivas.

Sorprenden, sin embargo, los planteamientos que hizo la Federación esta semana como alternativa estructural de solución a la situación de precios. Retirar los cafés suaves de la bolsa de New York es, por decir lo menos, una propuesta muy extraña.

El café, como todos los productos básicos, tiene un comportamiento cíclico y una tendencia en el largo plazo decreciente en términos reales. Por eso es que todas las soluciones estructurales pasan por el camino de incrementos sustanciales en la productividad y este tema no aparece en los planteamientos.

Si es que sacar el café colombiano de la bolsa ayudara efectivamente a que los precios subieran y fuera una acción conjunta con otros productores, como se ha mencionado, hay que entender que esto sería un proceso que tomaría un tiempo considerable y mientras tanto la situación de los caficultores seguirá empeorando.

Más que para transar físicamente los productos, las bolsas de futuros existen para poder mitigar los riesgos de precios. Y eso se logra, primero, porque dan transparencia al mercado y un indicador de referencia para la transacción del físico, pues lo que se establecen son indicadores estandarizados para distintos momentos del tiempo donde la única variable que se fija es el precio y este sirve como base para fijar el precio de la transacción física. Puntos de prima o puntos de descuento sobre los precios de bolsa, en forma simplificada, es la forma como el comercio de productos establece sus precios.

Las bolsas permiten al productor o al consumidor asegurar niveles de precio a través del mecanismo de coberturas. Las opciones, los derivados, etc., son también instrumentos que parten de los precios de bolsa para mitigar el riesgo.

Todo eso funciona porque siempre hay actores dispuestos a comprar o a vender al precio del día y a asumir riesgos mayores lo que permite a estos mercados tener liquidez. Estos son los especuladores que resultan fundamentales para que el sistema opere. Tan importante es la especulación que del total de transacciones en bolsa no más de un 10 % concluye en una entrega física.

El mecanismo, sin embargo, es fundamental para los compradores, pues solo así pueden reducir sus riesgos. No se ve entonces a compradores finales dispuestos a descartar el mecanismo desarrollado desde hace más de cien años y volver a un modelo de negociación sin instrumentos de manejo de riesgo. Como el grueso del café (Robustas) seguirá cotizándose en bolsa pues al final cualquier precio que se le ofrezca a Colombia tendrá como referencia el que allí se defina.

Este tipo de propuestas no parecen llevar a los objetivos que se pretenden y corren el riesgo de distraer los esfuerzos de las instituciones, gobierno y Federación, que requieren focalizar sus acciones en asuntos realistas y con efectos más inmediatos.
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