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Niños fuera de la violencia

Un informe de la Vicepresidencia de la República establece que 13 millones...

25 de septiembre de 2012 Por: Ramiro Andrade Terán

Un informe de la Vicepresidencia de la República establece que 13 millones de niños y adolescentes han sido afectados por el ambiente de violencia -en sus diversas manifestaciones- que se vive en el país. De hecho, una mortífera plaga con un impacto social altísimo. Nuestro país está entre las 15 naciones con más alto índice de abandono de la niñez y la adolescencia. Que se traduce, en muchos casos, en puerta de entrada para engrosar las organizaciones armadas.De allí la importancia de la campaña que lanzó el cantante Juanes en la Casa de la Cultura de Bogotá, para proteger a los niños de ser reclutados por organizaciones armadas ilegales. Su campaña, ‘Soñar es un Derecho’, tiene altísima importancia para el futuro del país y evitar que esos jóvenes que comienzan a vivir, o los niños, terminen en agentes de la violencia al ser reclutados como protagonistas de la contienda. La iniciativa de uno de los cantantes más grandes de América Latina, es de importancia singular. Los artistas de la categoría de Juanes tienen un papel en la pacificación. Su ejemplo debería ser imitado para aportar algo tan popular como las expresiones artísticas, al regreso de la paz a una nación tan descompuesta como la nuestra que tiene el derecho a vivir en pacífica convivencia. El arte es una manifestación del amor y la vida. Artistas, de todas las tendencias, deben hacer parte de ese movimiento que ya existe en 14 municipios y “busca apoyar a organizaciones enfocadas en el arte como herramienta para reconstruir el tejido social”, como lo expresan sus fundadores.La campaña ‘Soñar es un Derecho’ debería extenderse por toda Colombia, bajo la inspiración de Juanes y otros artistas más que tienen influencia y simpatía en el país. El Gobierno y la sociedad civil deberían iniciar una campaña para evitar, por todos los medios, que los niños sean involucrados en el conflicto. Usarlos como piezas inocentes del mismo, es un delito sin nombre. ¡No más niños para la guerra! Esa debe ser la consigna. Ojalá la iniciativa de Juanes, recibida con alegría y reconocimiento, se extienda. La paz es una obligación de todos. Eso hay que recordarlo y actuar con acciones concretas como ‘Soñar es un derecho’, para extenderla para siempre.