El pais
SUSCRÍBETE

Un marido quisquilloso

Oh maridos quisquillosos. Lulita Arango jamás mira llamadas de mi celular. Y...

6 de abril de 2011 Por: Poncho Rentería

Oh maridos quisquillosos. Lulita Arango jamás mira llamadas de mi celular. Y yo tampoco. Soy llavería con muchas mujeres divertidas línea “almuerzo con vino, chismoso, cero sexo, pura carreta”. Pero hay maridos quisquillosos, caso el crimen del elegante bus del MÍO, en Cali. Hay maridos, (contaron en un almuerzo de mujeres) que esculcan el celular de la mujer y se montan películas de ciencia ficción parar interpretar texto burlones. Un marido que tiene el cariño nacional es Álvaro Castaño-Castillo, gran charlista, memoria prodigiosa, chalecos de colores, ropa muy fina, gran ‘cachaco’, amigo del whisky, de Mutiz, Botero, Gloria Zea, Lili Scarpeta, Esther Ventura y 89 mujeres más que lo adoran. Ya no está su Gloria querida. Con su hija Pilar charlé en un funeral en Bogotá y me dijo: “Es guapísimo: está asumiendo la realidad con coraje”. Yo lo visité a la vuelta de mi casa, en la emisora Hjck, está opinando y charlando y vital.Dejó una bella biografía Gloria Valencia. Fue muy amiga de Margarita Vidal, muy íntimas, ‘echaron cháchara’ sonrientes en 788 almuerzos. Y buenísima la entrevista de Margarita (este domingo) al científico Patarroyo en El País. Al fin entendí lo de la vacuna que Patarroyo da al mundo. Negarle méritos a Patarroyo es necio. Lo han premiado organismos de vuelo mundial. Creo que a mucha gente le jode es que Patarroyo diga “vuestras majestades” y use un españolismo idioma en sus entrevistas. Vamos tío, vamos Elkin, eres un cojonudo ganador, y cuando vayas a Madrid tomaremos vinillo de Jerez.Maridos quisquillosos. Y hay celos detrás del crimen en el bus del MÍO en Cali. ¿Marido intolerante o marido criminal? ¿Marido intolerante o malgeniado?, mi indignada amiga ‘Tutti’ me dijo: es un criminal. ¿Dirán que ocurrió por la ira y el intenso dolor? El crimen fue dentro de un grandísimo y moderno bus azul, del MÍO. Machismo ordinario. Al marido le faltó suicidarse. ¿Y cómo duerme un tipo que cuatro días atrás ha matado a su mujer? ¿Por qué pasa eso? Porque en Colombia no se castigan las palizas de maridos iracundos a sus mujeres. Sucede a miles cada sábado. Ojos morados, patadas, empujones y no el Policía, con razón, explica: “Nada puedo hacer, son maridos”. Si les clavaran 30 días de cárcel por paliza, serían menos violentos. Bueno, al conde romano Mauricio Gucci lo mandó a matar su respetable, elegante y ‘jailosa’ esposa Martina Aldrobandi. Y el padre del estructuralismo (la erótica de los intelectuales parisinos), don Claude Levys-Straus mató a su esposa. Sin duda, brillante marxista, pero era un marido quisquilloso.

AHORA EN Poncho Renteria 1