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Primera dama de pacotilla

Todo presidente suplica que su esposa nunca haga un escándalo que ponga colorado.

4 de diciembre de 2018 Por: Poncho Rentería

Diciembre con escándalos. Todo presidente suplica que su esposa nunca haga un escándalo que ponga colorado. Una primera dama que muestra las tetas con un escote exagerado, está ‘off-side’. Una inculta primera dama que le da por ser ‘impulsadora de la cultura’, es una desgracia porque despilfarra millonadas con su rosca haciendo amiguismo. Punto.

Sigo con la primera dama. Nora de Pastrana, Cecilia de López Michelsen, Clemencia de Santos, Lina de Uribe, Jaquín de Samper y Cecilia de Lleras ejercieron de primera dama desde el Palacio presidencial sobriamente, sin ruidos y dejando una obra social. Una primera dama que compra una mansión de siete millones de euros a un mega contratista del gobierno de su marido es una primera dama de pacotilla. Gastar esa millonada da para sospechas de corrupción, coimas y serruchos.

La mansión de mi cuento la compró Angélica Rivera, esposa del presidente mexicano Peña Nieto, y este, muy furioso, la divorció. Ella salió repleta de millones y de soltera alegrona. Ella no dormirá bien, la están investigando. Por denunciar esos atracos a los mexicanos ganó el poder López Obrador que será un exitoso o de pronto un demagogo. Lo veremos.

El duelo caliente no es entre el fiscal general Néstor Humberto Martínez y el senador Robledo, es entre dos costeños de afilado verbo: Abelardo de la Espriella y el senador Gustavo Petro. Ambos son polémicos y aman el ‘show’. Un apunte obligado: De la Espriella reclama ser militante de la derecha política y ha dicho radialmente y por sus columnas que esa izquierda petrista es un tiquete al fracaso de un país. Punto.

Titular de la revista Semana: ‘El Petro-video, un excandidato presidencial recibiendo varios fajos de billetes le hará mucho daño en el futuro’. Sí, recibir unos millones en efectivo en una talega plástica es poco ecológico y de poco buen gusto si se es senador y candidato presidencial. Punto.

Fenalco y el Niño Dios se juntan para los aguinaldos. Y para que ustedes no regalen a su cuñada un florero chino, recomiendo regalar -porque lo leí de un tirón- el libro biográfico de Jane Fonda, activista política, libertaria, varios matrimonios, actriz de altos quilates. Y si les da ‘estrés’ el cuento de los aguinaldos, regalen tortas caseras o veladoras de rico olor y quedan divinamente. No mande aguinaldos al jefe porque no retorna nada y lo recibe con ligera indiferencia. A un anciano regale su viejo televisor. Bravo, acertó.

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