Mi amigo era izquierdista

Como hay prohibición de salir a la calle a nosotros los setentones, entiendo la humanísima protesta de los veteranos Gardeazábal, De la Calle y Rudolf Hommes que siguen gritando “basta ya, dejen vivir”. Para botar corriente cité a mi amigo Juan Diego al parque vecino al edificio en Bogotá donde vivo. Grato encuentro y hablamos de las amigas comunes, del ruido en Asocaña, del zapatazo al gobernador de Antioquia y de los atropellos a la aristocracia española, caso don Juan Carlos de Borbón hoy en lío judicial por regalarle 56 millones de euros a su amante Corina, una aristócrata austriaca gran teórica sexual. Aclaremos, los 56 millones no se los robó don Juan de Borbón a los hospitales españoles, se los ganó a los príncipes de Arabia Saudita como relacionista en negocios y a Corina le tocó su justísima tajada como ‘familia Miranda’.

Charlábamos relajados, al preguntarle dónde está hoy políticamente me dijo: “Ya no tengo militancia, era izquierdista, daba mi total apoyo a ‘Santrich’, a Cuba, pero ahora rechazo a los venecos chavistas, a Maduro & Cia.”. Me sorprendió su autocrítica porque al ser heredero de multimillonario con fortuna en Europa, era sectario en su izquierdismo. Le di manivela para oírlo y me la cantó así: “Chávez derrotó con votos a los eternos politiqueros ladrones de Venezuela pero resultó un fantoche fanfarrón, arrasó con la economía y las reservas millonarias en oro, bancos e inversiones”. Punto.

Una tragedia vive Venezuela hoy: de opulentos millonarios hace 12 años pasaron a mendicantes, por eso Irán les mandó gratis cinco buque-tanques repletos de petróleo, una ‘ayuda limosnera’. Al tiempo unos 300 figurones del chavismo gozan sus millonadas en paraísos turísticos y en sus yates, tomando Gin Tonic, culpan a la OEA, a Donald Trump y al expresidente Uribe de los males de Venezuela. Lo malo es que Maduro no renuncia y el golpe militar que podría tumbarlo está lejanísimo porque allá son celosos defendiendo la ‘seguridad del Estado’ y hacen espionaje al enemigo. Hoy, corridos 75 días de encierro, estamos ganosos de trabajar y es urgente abrir fábricas, comercios, bares, bodegas, cines y restaurantes. Punto. Vivió varias vacaciones en Bogotá, era seductor por alegre y burlón Pau Donés pero se murió de 53 años este cantante español del grupo Jarabe De Palo. Pau, hombre dichoso cantaba: “Por un beso de la flaca yo daría lo que fuera”, aleluya y la besó 387 veces y murió casi feliz.