Lo vi y casi no lo creo

No me gusta que Colombia se rearme a costo multimillonario, allí solo ganan los fabricantes de armas y los comisionistas. No me gustó lo dicho por el ministro de Defensa, don Guillermo Botero: “Invirtiendo dos billones de pesos tendríamos misiles tierra-aire de fabricación israelí para alcanzar una sólida defensa de nuestras fronteras”. Ligerón sería comprar armamentos extras por setecientos millones de dólares. No entremos a competir en armas con Venezuela, ellos son poderosos en aviación, armada, ejercito y artillería. Ilusos si competimos. El lío con Maduro que lo manejen Trump & Cía. que son poderosos, no Colombia. Presidente Duque no se acelere, prudencia frente a Maduro, ese ‘man’ es furioso y puede atacarnos. Punto.

Lo vi y casi no lo creo. Algo muy tenaz pasó en Colombia en los ocho años que gobernó don Juan Manuel Santos. En Bogotá, zona urbana, en un rocambolesco bar restaurante, unos parlamentarios del partido Farc, muchos jóvenes con pancartas y varias centenas de simpatizantes, rindieron un homenaje al ‘Mono Jojoy’, durísimo jefe guerrillero.

El acto fue pacífico, nadie les insultó y pudieron decir por radio y televisión que el ‘Mono Jojoy’ fue un “héroe popular, un ejemplo para las futuras generaciones, un amigo del pueblo”. Que eso sucediera en paz absoluta es para aplaudirlo. Santos y la guerrilla Farc sí avanzaron hacia la paz, buena prueba esa. Punto.

El ‘Mono Jojoy’ dirigió con mano de hierro el campo alambrado donde las Farc tuvieron hasta 300 secuestrados en el Vichada. Muchos prisioneros murieron allí. “La revolución no escucha lloriqueos” respondían a los secuestrados. Hubo homenaje en Bogotá al ‘Mono Jojoy’, eso muestra que hay vientos pacifistas, así unos matones (dizque ‘disidentes’) acribillaran en Yarumal, Antioquia, a tres hijos de familias muy sencillas. Punto.

Y hubo un pantallazo en la televisión que vi y casi no lo creo: vi al exguerrillero ‘Timochenko’ respondiéndole a Fernando Ramos, por 23 minutos para la cadena CNN, para la izquierda de suramérica una “trinchera servil del imperialismo”. Dichoso vi a ‘Timochenko’ en esa cadena gringa como estadista o mega-personaje. Punto. Ojalá que la charla entre Iván Duque y Donald Trump, ayer en Nueva York, no nos lleve a un pugilato con Venezuela. Y ustedes no se duerman, atajen la carrera armamentista de Colombia. Casi cómico que un país arruinado como Colombia decida modernizar su ejército. No, ¡no boten esos mil millones de dólares!