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Ese cuento ya no vale

Colombia se cansó del cuento llamado ‘Anticorrupción’. Quiere hechos concretos porque el...

23 de noviembre de 2011 Por: Poncho Rentería

Colombia se cansó del cuento llamado ‘Anticorrupción’. Quiere hechos concretos porque el escándalo multimillonario de Bogotá sigue en pijama. No se ha recuperado un solo peso de ese tumbis y los presos están por salir gracias a sus habilísimas estrategias. Lo serio es recuperar esos cuatrocientos mil millones de pesos, y si los hermanos Samuel e Iván Moreno ayudan a recuperarlos, que salgan libres y se vayan a su soñado Miami donde almorzaban con los Nule & Cia.Lamentable, archivamos la denuncia que hizo el presidente Santos ante 200 potentados del gremio constructor y ante su presidente Juan Martín Caicedo sobre la corrupción multimillonaria en obras públicas. Sus frases se volvieron pompas de jabón como dice Serrat en una canción.El recio Procurador General de la Nación, al que tanto censuran por su catolicismo, por su fidelidad matrimonial y por su oposición al matrimonio entre Emilio y Argemiro o Irene con Maria-Luz, declaró en grave tono que la empresa privada es la gran cómplice de las picardías. Lo dijo, pero pasó sin pena ni gloria.Para no dañar mi genio, paso a contarles que visité en su apartamento a mi camarada Hernán Peláez, el ‘Messi del micrófono’. Salí dichoso porque está vital, muy recuperado, muy burlón y, fijo, le quedan 28 años más en este desordenado mundo. Burlonamente, Hernán dijo ayer en La Luciérnaga que no creía lo que le habían contado, que siguen aprobando jubilaciones millonarias en el sector judicial. Mala cosa porque las jubilaciones de ocho y diez mil dólares mensuales arruinaron a Italia, a Grecia, a Uruguay y son un odioso privilegio. Vale recordarlo: un 23 de noviembre como hoy, el presidente Uribe me nombró Comisionado para la televisión que es el cargo más buscado del país por los multimillones que allí zumban, por los autos de lujo, los tiquetes a Londres en ‘Primera Clase’ con viáticos en dólares. Nueve amigos me dijeron: “Si tienes afán de ganarte dos mil millones de pesos sin caída, acepta, si no juegas a eso, húyele a ese puesto”. Le saqué el quite, fui leal a los pagadores de impuestos. Aquí en El País y en El Tiempo, escribí: “Gracias señor Presidente pero no puedo aceptarle su cordial ofrecimiento porque allí hay una piñata multimillonaria de la que no quiero tajada y sus gestores son invencibles”. Oh dinero público, dinero de impuestos que produce erotismo a tantos. Lo peor es que para el año próximo muchos alcaldes y gobernadores recién electos, van en busca del botín.

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