El fútbol es jartísimo
En Cali no saben analizar el fútbol, ni Pardo Llada, ni Mao,...
En Cali no saben analizar el fútbol, ni Pardo Llada, ni Mao, ni Rentería ni Araújo ni el Gallego Blanco, ninguno de ellos lo jugó de quinceañero, ninguno pisó una cancha y jugando es como se aprende, el resto es carreta. Lo dijo en Caracol radio el controvertido futbolista Castronovo. LLegó el escándalo porque tocó a los intocables. Lo agredieron por teléfono pero su tesis la defendió 17 días hasta que lo silenciaron porque el público apoyaba a Castronovo. No hay duda, el fútbol es jartísimo si lo vemos en un televisor blanco y negro. Hoy Europa, África, América y El Vaticano ven el Mundial dichosos. No me puedo morir sin haber ido a un Mundial. Eso me dijo, hace 80 días mi amigo Manolo Cardona. Hoy está por Brasil con su hijo Gael-Falcao Cardona y con su esposa Valeria.José Pardo Llada, vía Mirador en el aire, en cada Mundi-fútbol montaba un ruidoso debate titulado: Los que sí sabemos de fútbol. Gran audiencia recogía, los sabios opinadores éramos el profesor Carlos Birlardo (campeón mundial), Gallego Blanco, Mao, Pardo-LLada, Álvaro Bejarano, El Pecoso Castro y este servidor, Poncho Rentería, que sí lo jugó de muchacho (y muy bien) en el colegio Salesianos de Tuluá. Gran audiencia teníamos y Pardo-LLada era feliz y vanidoso. El fútbol enloquece, veo en Youtube gran foto del filósofo y aristócrata Juan José Saavedra bañado en harina y envuelto en la bandera colombiana gritando seremos campeones. De Juan José compré su delicioso libro Abracadabra y en la página 87 él cita a Borges que dice: El fútbol es una muestra de la estupidez humana. Se nota que Juan José ya no está de acuerdo con su maestro Borges, ahora es un fanático nacionalista.Fútbol y violencia de la guacherna encapuchada. Vi en un telenoticiero caleño a una turba pisoteando a un sencillo agente de la Policía. Los bellacos le lanzaron harina a los ojos, le robaron el reloj y lo matonearon. Ojalá pillen a esos cobardes. Cárcel a los guaches y no cerrar los bares ni decretar Ley seca. Esa ley seca es rendirse ante el encapuchado lanzando harina, espuma irritante y robando. ¡Es la autoridad derrotada! ¡Mala cosa!