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Don Baltasar en Toribío

Por el abogado español Baltasar Garzón tengo simpatías porque hace años nos...

18 de julio de 2012 Por: Poncho Rentería

Por el abogado español Baltasar Garzón tengo simpatías porque hace años nos dio un regalo jugoso: ordenó detener en Londres a un general chileno de apellido Pinochet. No lo detuvo por los 45 millones de dólares que él le quitó a su país en negocios turbios; no, don Baltasar le cobró que atropelló en Chile hasta el crimen a los seguidores del presidente, médico y socialista Salvador Allende. Don Baltasar anda en Toribío haciendo turismo, no de ‘intermediario’. Buena visita porque él como  jurista, puede aconsejar a los indígenas para que no exijan imposibles libertarios.Rubén Blades, el sonero inolvidable, cantándole a Pedro Navajas decía que “la vida nos da sorpresas” y, digo yo, sorpresas que nos sacuden. Aleluya: hoy de Caloto y Toribío nos llega una exótica sorpresa: que los indígenas tienen la ‘caja negra’ de un avión supersónico accidentado y que sólo la entregan a un gobierno extranjero. Ah, carambas, les dio por el internacionalismo. Otra: que allá no quieren ver soldados ni policías nacidos en Colombia. Ojalá no se pifien los paisanos de Piñacué, de Lorenzo Muelas y del exgobernador Floro Tunumbalá. Ojalá no rechacen los miles de millones de pesos que les  gira el Gobierno desde Bogotá y Popayán.En Colombia hay buena energía hacia los indígenas. Tenían al Personero de Bogotá, un puesto de mucho peso. Hoy tienen voceros parlamentarios. Aquí en Bogotá, viven unos dos mil indígenas y los han tratado bien las alcaldías de Samuel Moreno, de ‘Lucho’ Garzón y ahora la de Gustavo Petro. Sorpresa: Caloto y Toribío fueron vistos, vía televisión en Moscú, Tokio, Buenos Aires y en 87 países. Vieron allí un centenar de indígenas furiosos, expulsando a los soldados y policías de sus cuarteles. Si fue un ‘show’ para los camarógrafos, se lucieron. El jefe indígena, don Feliciano, anuncia que ellos, armados con sus garrotes, serán los únicos controladores del orden público en sus cien mil hectáreas. Parodiando al legendario bolchevique  Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, podríamos decir que el “peor enemigo del indigenismo es el extremismo”. Como me caen bien los indígenas, les aconsejo que no le crean a los ‘hombres blancos’ que en la sombra les dan manivela para que desconozcan al Gobierno, algo parecido les advirtió por televisión el calmado ministro de la política don Federico Renjifo. En el Cauca el teleperiodismo debe ser prudente y no calentar los ánimos con informes sensacionalistas. La tarea de gobernar un país es bien difícil, que lo diga el presidente Santos que torea 37 problemones diarios. Amargo es el oficio presidencial y sin embargo hay ‘amateurs’ que lo desean. Un psicólogo diría: ¡Oh,vanidad de vanidades!

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