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De Miranda a Barcelona

A 90 minutos del estadio futbolero de Cali está Miranda, Cauca, y a 11 horas en avión está la aristócrata de las ciudades españolas, Barcelona, la de Cataluña, Las Ramblas, la tasca Amaya, el Museo Picasso, la Casona Gaudí, el barrio Gótico y el Barcelona-Messi, equipo que se irá a Marruecos por andar publicitando la ‘República independiente de Cataluña’. Muy feo mezclar el fútbol con nacionalismo ultraderechista antiespañol.

3 de octubre de 2017 Por: Poncho Rentería

A 90 minutos del estadio futbolero de Cali está Miranda, Cauca, y a 11 horas en avión está la aristócrata de las ciudades españolas, Barcelona, la de Cataluña, Las Ramblas, la tasca Amaya, el Museo Picasso, la Casona Gaudí, el barrio Gótico y el Barcelona-Messi, equipo que se irá a Marruecos por andar publicitando la ‘República independiente de Cataluña’. Muy feo mezclar el fútbol con nacionalismo ultraderechista antiespañol.

Barcelona y Miranda, víctimas del matoneo televisado. En Miranda unos vellacos asesinaron a tres honrados policías. En Barcelona hubo trompadas entre guardias civiles y miles de iracundos antiespañoles que los escupían gritándoles “invasores”. Se cruzaron golpes. Los antiespañoles, jugando a la guerrilla urbana, les tiraron ladrillazos a los guardias y estos les respondieron con rudos empujones. Exageran denunciando “represión fascista” cuando ellos a los ‘no independientistas’ y españoles, los someten al linchamiento disque por “traidores”. Punto.

Grave, gravísimo lo de Miranda, Cauca, allí unos matones o exguerrilleros disidentes despedazaron con dinamita a tres servidores de la Policía Nacional. Y luego los saquearon. Esos hampones fueron filmados en su canallada. Pregunta la socióloga Jennifer, ¿ellos luego pedirán curul, sueldos y camioneta blindada como excomatientes? Sí, pedirán todo eso. Punto.

Vuelvo a Barcelona: con Óscar Collazos recorrí muchas veces sus calles, bares y tascas. De joven, viví allí varias veces. Ahora, 2017, mi pareja ‘Lulita’ Arango, por su hijo antropólogo, tiene dos nietas que viven y nacieron en Sain-Cugat, periferia de Barcelona. Como soy medio abuelo de nietas catalanas, sigo a diario las pelietas entre Madrid y Barcelona y rechazo el embeleco patriotero de la ‘República soberana de Cataluña’ que es una trampa demagógica montada por histéricos antiespañoles con botín, votos y curules.

La tal ‘Républica de Cataluña’ es una payasada cómica que produce risa en Europa. Allí viven millón y medio de españoles que pasarían a ser ‘extranjeros arrimados’. Los independentistas todos son casi el 51 %, ¡pero piden su República catalana! Tienen huevo de elefante. En Cataluña repudian a los ‘sudacas’ y su equipito futbolero se arruinaría ¿Ustedes apoyarían la República independiente de Nariño, con capital Tumaco? ¿O la República del Cauca, con capital Jamundí? Así de cómico es lo de Cataluña.

Los catalanistas antiespañoles son un coctel de ultra izquierdistas con ‘anarcos’, más ‘fachos’ reaccionarios nacionalistas. La alcaldesa de Barcelona, Ana Colou, es una histérica antiespañola, inepta y politiquera. Ni el empresariado, ni los industriales ni Joan Manuel Serrat, el catalán universal, apoyan la farsa ‘Cataluña soberana’. Yo tampoco. Quiero mucho a España, rechazo ese antiespañolismo ‘facho’ y racista de los catalanes. Salud Hernández, periodista colombiana hace 19 años, me dijo: “Joder si esos guarros quieren irse... que se larguen”.

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