Bogotá casi en remate

En algunas paredes judiciales se cuelgan unos avisos que dicen: ‘Remate’. Eso traduce quiebra, no pago, embargos o similares. Así está la Atenas Suramericana y buena culpa tienen sus concejales y otros amigotes de los hermanos Iván y Samuel Moreno, nietos del general Rojas. Samuel sigue preso y lo siento mucho porque en Bogotá en el futbol, él, este columnista y Juan Carlos Iragorri, le hacíamos barra al Deportivo Cali. Si es culpable muy idiota no rechazar ese botín. Ya era rico por la mamá, el papá y el abuelo.Quien viva en Cali, Medellín o Manizales, ciudades ordenadas y lejos del caos bogotano, deben olvidarse de venirse a vivir a la capital porque los hijos entraron a la universidad. Puede que sea la ciudad del poder, de los ministros, de los magistrados, de los periodistas notablones dueños de medios y de los hoteles elegantes. Pero si se vienen sufren una decepción brutal y les toca devolverse.Así don Gustavo Petro diga que Bogotá es “muy humana”, no le crean. Bogotá no anda, no funciona, no es fácil llegar al trabajo, no es fácil volver a dormir. Como en 103 metros tengo mi oficina-vivienda y computador, no me declaro víctima. Pero que la gente sencilla que marca reloj deba levantarse a las cuatro y meterse dos horas en bus o Transmilenio es una calamidad. Los de auto propio gastan hora y media y pagan impuestos de predial y rodamiento de carro.Colombia cómica y doy otro ejemplo: para burlas y jolgorios, unos cegatones magistrados decidieron que se haga un referendo para sacar o para dejar a don Gustavo Petro en su puesto los siete meses que le quedan. Cincuenta mil millones de pesos costará a ustedes queridos paga-impuestos esa opereta seudo democrática. Es tal el anarco-tráfico vehicular de Bogotá que hay exigencia de helipuertos para poder llegar al aeropuerto El Dorado. Que los pongan... si los taxistas de carro amarillo lo permiten. Ya ellos sacaron a Uber, son poderosos.Y si quieren perder el buen genio lean esta perla que confirmé hace dos horas: está casi la lista la orden de compra de 27 camionetas blindadas de último modelo para los honorables magistrados de las Cortes. Es que para la ‘agencia de empleos’ que montaron, ellos necesitan una camioneta de lujo. ¡Y que la paguen otros!