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La otra filosofía

Nada más aburrido que la filosofía. ¿Cierto o falso? Falso. Al contrario...

6 de enero de 2014 Por: Philip Potdevin

Nada más aburrido que la filosofía. ¿Cierto o falso? Falso. Al contrario de la impresión que se pueda tener acerca de la filosofía como una disciplina estéril, para seres que viven en las nubes alejados de la realidad y la cotidianidad, la filosofía puede ser tan entretenida y divertida como se pueda imaginar.El filósofo contemporáneo francés Michel Onfray así se encarga de demostrarlo en la Contrahistoria de la filosofía, obra en cuatro volúmenes. No se trata de una obra light como El mundo de Sofía de Gaarder o Más Platón menos Prozac de Marinoff. Onfray está entre los filósofos más controversiales de la actualidad con más de 30 títulos publicados la mayoría de ellos en torno al tema del cuerpo, el placer y el ataque a las religiones. Una de sus obras más leídas es Tratado de Ateología.Su Contrahistoria de la filosofía es una historia alternativa de la filosofía. En ella se encarga de hacer arqueología de la otra filosofía, aquella olvidada y prohibida por la academia, la Iglesia y la ortodoxia de la filosofía idealista. Los cuatro tomos son mucho más ágiles de leer que otra obra similar, igualmente de excelente calidad, La filosofía perenne de Huxley.¿Qué es lo que hace a la Contrahistoria de la filosofía divertida y amena? Es su capacidad de recuperar y exaltar los saberes filosóficos en torno al cuerpo, los sentidos, los placeres y digámoslo de una vez, en proponer una ética hedonista. Lo que ya es un lugar común en nuestra ápoca, la vida volcada al mundo sensorial y del goce, ha tenido que vivir una milenaria y tortuosa evolución. Sus defensores, practicantes y pensadores han sufrido las más infames persecuciones, torturas y castigos, que van desde pasar el resto de sus vidas en mazmorras y prisiones hasta la pérdida de la vida en las formas más atroces.Todo tiene su origen en Epicuro, el filósofo griego que predicó la búsqueda del placer a partir de la libertad del ser humano de elegir para sí lo mejor. Por supuesto que esta doctrina, con la llegada de la Iglesia encontró a su principal contradictor, en especial en Pablo de Tarso, quien odiaba y predicaba contra las mujeres, el placer, el cuerpo, la carne, los deseos, la ciencia, la inteligencia, la filosofía. El término epicúreo durante el reinado de la Iglesia llegó a tener la connotación de depravado, disoluto, degenerando, perdido. Y sin embargo, más de dos mil años de historia no lograron aplacar la naturaleza humana y a sus defensores, comenzando por las escuelas griegas adeptas a Epicuro, seguidas al comienzo de nuestra era por los gnósticos, los Hermanos del Espíritu, los monjes medievales periptatéticos, hasta llegar a los libertinos del Barroco y los más atrevidos hedonistas de la Ilustración con el célebre Marqués de Sade. Los cuatro volúmenes: Las sabidurías de la antigüedad, El cristianismo hedonista, Los libertinos barrocos y Los ultras de las Luces constituyen una maravillosa obra para ir degustando libro a libro, página a página.