El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

¿Mejor la guerra?

Obviamente que el mejor escenario para nuestro país es el de que salga Maduro del poder y en Venezuela se celebren unas elecciones limpias y se consolide una democracia incuestionable...

11 de agosto de 2019 Por: Vicky Perea García

Semana.com publicó un titular aterrador: “Duque descalifica el diálogo como salida al problema venezolano”. Más adelante agregaba que “en una entrevista radial replicada por la Presidencia, el Mandatario expresó su desacuerdo con la alternativa del diálogo entre los sectores de Guaidó y Maduro, promovida por el Gobierno de Noruega”.

“Yo veo ese camino (el del diálogo) no solamente inviable, sino creo que sería un pésimo precedente para la humanidad”, afirmó nuestro Presidente. Su argumento era que en las conversaciones de Barbados, auspiciadas por Noruega, país experto en mediación para la terminación de conflictos, el presidente Maduro, según Duque, había dicho: “a mí déjenme convocar a elecciones, pero yo sigo adentro; y adicionalmente me levantan todas las sanciones”.

Que alguien con un conocimiento mediano de negociación, haga esa afirmación, es inaudito, pues una negociación tiene como objetivo, precisamente, que cedan las partes hasta llegar a un acuerdo, sin que importe lo que se pida al comienzo.

Pero mucho más inaudito es que un Presidente, especialmente si es el de un país vecino de otro que está sumergido en un complicado conflicto del cual puede desembocar una confrontación armada que afecte gravemente a las dos naciones, descalifique el diálogo como solución de la crisis: el camino de confrontación abierta, y aún más, el de ser líder de la confrontación, escogido por Duque para lidiar con Maduro, es el más peligroso para Colombia porque no sólo vuelve inmanejable el problema migratorio y la muy difícil situación de la frontera, sino que propicia el que Venezuela se convierta abiertamente en la retaguardia del ELN y de las disidencias.

Obviamente que el mejor escenario para nuestro país es el de que salga Maduro del poder y en Venezuela se celebren unas elecciones limpias y se consolide una democracia incuestionable. Pero las embestidas que han liderado Estados Unidos y Colombia para sacar a Maduro como sea, no han dado resultados.

No es sino recordar los fallidos intentos por hacer ingresar a Venezuela los camiones con ayuda humanitaria, por dividir al Ejército de ese país, por provocar un golpe de Estado o por generar una insurrección… Todo ha fallado… Y lo más probable es que el bloqueo económico que acaban de decretar los Estados Unidos contra Venezuela, en vez de tumbar a Maduro, lo consolide aun más en el poder, como ocurrió en Cuba con Fidel Castro, quien supo manejar la situación con enorme inteligencia, de modo que logró, a partir del bloqueo, aumentar el apoyo a su gobierno.

En cambio al diálogo propiciado por Noruega no se le ha dado toda la oportunidad: avanzaba aunque lentamente, Colombia se oponía, pero sectores importantes del Gobierno de Estados Unidos lo veían con buenos ojos.

No obstante ahora, con la decisión gringa de bloquear a Venezuela, Maduro canceló la asistencia de sus delegados a la cita que tenían esta semana. Pero Venezuela dejó las puertas abiertas para continuar la negociación, ya que afirmó que se “dispone a revisar los mecanismos de ese proceso a fin de que su continuación sea realmente efectiva y armónica con los intereses de nuestro pueblo”. 
Y Noruega, por su parte, dijo que estaba en contacto con las partes para acordar nuevas reuniones.

El camino del diálogo mediado por Noruega es el único que aún no ha fracasado, que es sensato y que podría salvar a Colombia y a Venezuela de quedar inmersas en una guerra absurda.

Recapacitemos…

Sigue en Twitter @patricialarasa