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Los retos de Naranjo

La escogencia del general Óscar Naranjo como Vicepresidente no es solo acertada...

15 de enero de 2017 Por: Patricia Lara

La escogencia del general Óscar Naranjo como Vicepresidente no es solo acertada porque es un hombre capaz que genera consenso político, sino indispensable en este momento, cuando debe implementarse el acuerdo de paz con las Farc y garantizarse que, gracias a la nueva presencia del Estado en las zonas ocupadas antes por ellas, no se instalen allí los elenos, los rastrojos de todas las especies y los paramilitares que, en muchos casos, ahora llaman Bacrim.Germán Vargas Lleras, quien debe abandonar el cargo para no inhabilitarse como candidato presidencial, hizo un trabajo importante como motor de la infraestructura en este país donde es tan difícil que las cosas se hagan, y no desperdicia oportunidad para inaugurar cuanto pedacito de carretera está listo y casita gratis está terminada. ¡Que aspire a llevarse los aplausos es humano y legítimo! Y es evidente que él preferiría permanecer en el puesto hasta mayo, cuando se cumple el plazo final para retirarse, de manera que pueda inaugurar la mayor cantidad de obras posibles. Pero también es evidente que el presidente Santos quiere que se vaya pronto. Ojalá que cuando Vargas deje de impulsar la infraestructura, las obras de las carreteras no pierdan velocidad y se terminen. Pero la verdad es que en este momento, más importante que apurarle con las carreteras es evitar que fracase la implementación del acuerdo de paz. Y al parecer, esa es la tarea que Santos quiere asignarle al general Naranjo.“Si el Congreso lo elige”, dijo Santos (y seguro lo hará), “le voy a dar unas funciones específicas que tienen que ver con la implementación del acuerdo, la sustitución de cultivos ilícitos y la lucha contra las bandas criminales”.Esa es una responsabilidad gigantesca para el general Naranjo quien, por más experiencia que tenga en el combate contra los delincuentes, asume sus nuevas funciones en un momento en que los asesinatos contra líderes sociales, especialmente en las zonas que antes dominaban las Farc, son pan de cada día y pueden hacer fracasar la paz. ¡Detener esos asesinatos selectivos es su tarea fundamental!Su otro gran desafío es adelantar con éxito la sustitución de cultivos ilícitos, precisamente cuando se ha desbordado el crecimiento de los mismos, debido a que se han eliminado las fumigaciones con glifosato, tan perjudiciales para la salud. Combatir la siembra de coca de una manera racional y exitosa, es todo un reto. Finalmente, acabar con las Bacrim es una labor que Naranjo puede realizar mejor que nadie. No es sino recordar sus éxitos en la lucha contra Pablo Escobar y los hermanos Rodríguez Orejuela.Sin embargo, en sus tareas se encontrará con dos grandes obstáculos: el primero, hacer que los acuerdos pasen del papel a la realidad, en medio de este Estado que le pone trabas a todo. No es sino mirar lo que pasó con las zonas de concentración: no tenían ni servicios públicos. Tanto que las Farc se ofrecieron para construirlos. ¡Pero me imagino que algún burócrata debió decir que el Estado no puede contratar con delincuentes!Y el segundo, y el más difícil inconveniente, será tropezarse con que muchos de los policías en quienes necesariamente tendrá que apoyarse para desarrollar su gestión, se han corrompido. Sé de varios asaltos a residencias en Bogotá donde han estado involucrados policías. Pero nadie mejor que el General para lidiar con esa sal que se corrompió.De modo que ¡bienvenido, vicepresidente Óscar Naranjo!www.patricialarasalive.com