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¡A votar ya!

Esta noche sabremos si Colombia escogió la extrema derecha estancada en el discurso de venganza y de odio que el senador Álvaro Uribe, por su resentimiento contra el presidente Santos,

17 de junio de 2018 Por: Patricia Lara

Esta noche sabremos si Colombia escogió la extrema derecha estancada en el discurso de venganza y de odio que el senador Álvaro Uribe, por su resentimiento contra el presidente Santos, se ha empeñado en eternizar en este país herido de violencia, o si prefirió escuchar al profesor Antanas Mockus, un maestro en sembrar valores positivos, quien hace unos días trinó: “La oportunidad de cambio está ahí completica y este domingo 17 de junio hay que tomarla”.

Mientras sabemos los resultados de estas elecciones históricas, que van a definir si después de concluido un conflicto interno de más de 50 años, este país se va hacia la derecha o hacia la izquierda, lo único que podemos hacer es salir a votar masivamente, de manera que hoy el voto de opinión opaque al de las maquinarias, al de los chanchulleros, al de los políticos corruptos de todos los partidos quienes, por primera vez, se pusieron de un mismo lado y se fueron en masa a rodear al candidato de Uribe para ganar méritos y a hacer fila con el fin de obtener jugosos contratos, sin que por ello muestren el menor reato de conciencia. Hoy, sólo por hoy, el fútbol tiene que ponerse en segundo lugar, verse en diferido, u organizar el tiempo para que entre partido y partido se pueda votar. Después, si no votamos, y no nos gusta el resultado, no nos quejemos.

Y es que hoy se enfrentan dos opciones muy distintas: la de Iván Duque, el candidato de Uribe, quien ha hecho planteamientos que ponen en grave riesgo la paz naciente, y la de Gustavo Petro, el candidato de izquierda, que defiende los acuerdos de paz, busca una sociedad más igualitaria y el fortalecimiento de la clase media y despierta temor en los grandes empresarios que apoyan a Duque. A Petro, en cambio, lo apoyan muchos intelectuales y artistas, los sindicatos, las antiguas fórmulas vicepresidenciales de los candidatos Humberto Dde la Calle y Sergio Fajardo, Clara y Claudia López, el gran profesor Antanas Mockus, y la mayoría de los jóvenes, lo mismo que gran parte del Partido Verde y del Polo y, me atrevería a decir, la mayoría de quienes votamos en la primera vuelta por De la Calle o por Fajardo.

Sin embargo hoy, a pesar de la intensa campaña, cuando llegó la hora de la decisión final, nos quedaron faltando elementos de juicio, pues después de la segunda vuelta, Iván Duque sacó disculpas para huirle al debate con Gustavo Petro. Alegó que para la primera vuelta hubo muchos debates. Y es verdad: y al ser entre cinco candidatos, la mayoría fueron largos y tediosos. Sin embargo otra cosa es el debate entre dos, cara a cara, con tiempo suficiente para responder y con menos posibilidades de escabullirse con evasivas.

No hay duda: faltó el gran debate entre los finalistas. Y ese no era un capricho de Petro. Era un mandato legal el cual, el Ministro del Interior le pidió al Consejo Nacional Electoral que garantizara. Pero dos consejeros uribistas y uno liberal, se atravesaron para que el debate no se realizara con un solo candidato, si el otro insistía en no ir, como pedía Petro.
Y a pesar de que con ese debate se hubiera garantizado más nuestro derecho a escoger en democracia, la huida de Duque me reafirmó en mi decisión: entonces, porque no le teme a la confrontación de sus ideas, como Duque; porque no se esconde tras evasivas; porque no es un hombre inseguro, débil y gobernado por el miedo, reafirmo mi posición, y hoy voto por Petro.

Sigue en Twitter @patricialarasa