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Alberto Castro Zawadsky

Columnistas

Patear al Estado

La comunidad de Monquirá resolvió que estaba en capacidad de administrar y explotar el fósil y están orgullosos de no haber recibido ayuda del estado ni de nadie.

30 de marzo de 2024 Por: Alberto Castro Zawadsky

Un complemento que desarma la teoría que sustenta la pobreza en abandono del Estado, se puede ver en las comunidades que no solo han evitado quejarse del abandono, sino que cuando el Estado se ha aparecido, lo han sacado a escobazos.

En los 70, un campesino agudo de Boyacá descubre lo que vendría a llamarse Monquirasaurus Boyacensis, conocido en la región como ‘el fósil’. Una vez hecha la limpieza e identificación inicial, aparecieron funcionarios del gobierno central a tomar posesión y administrar el extraordinario hallazgo, único en el mundo. La comunidad de Monquirá resolvió que estaba en capacidad de administrar y explotar el fósil y están orgullosos de no haber recibido ayuda del estado ni de nadie. “Esto es nuestro y de todos ustedes que pagan la entrada y nos han apoyado”, expresan con ejemplar dignidad en un bello museo donde exhiben sus más de mil piezas, con la asesoría científica de universidades y expertos.

No requirieron de un Estado benefactor haciendo grandes inversiones mal hechas, con el consabido porcentaje en el bolsillo de los políticos. No buscaron donaciones de grandes empresas. No invitaron a multinacionales de turismo. Simplemente manejan sus recursos con honestidad y han sido capaces de reinvertir sus utilidades para mejorar. Todo esto gracias a la sencilla y mágica fórmula que combina seguridad con libertad de empresa, y que los ha llevado a ser reconocidos, con el tercer lugar del mundo, en turismo acogedor. Un ejemplo entre cientos de una región que ha logrado en forma gradual una prosperidad, bienestar y equidad envidiables.

“No los necesitamos”, es lo que Antioquia le grita al oído a un Estado que se cree todopoderoso.

Que contraste con el Cauca subvencionado y violento, que se arruina a punta de bloqueos y protestas estimuladas por un popular agitador.

Que despiste del neo-socialismo tropical que busca parecerse a las socialdemocracias europeas, cuando su éxito lo están logrando es con austeridad del Estado, reducción de subsidios, privatización y liberación de la economía, después de haber experimentado el deterioro generado por el socialismo protector. Logran ignorar que el 75 % de las exportaciones de Noruega son petróleo y gas. El cuento de un sabio estatizador inspirado en los nórdicos, solo sirve para arrullar a los ilusos que creen que la pobreza se acaba con discursos grandilocuentes.

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