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Las Farc y sus embustes

Se sabía. Lo que las Farc necesitaban con toda la vitrina internacional...

31 de enero de 2013 Por: Paola Andrea Gómez Perafán

Se sabía. Lo que las Farc necesitaban con toda la vitrina internacional que les han dado los diálogos era fortalecerse, montar su show y poner a su mejor orador a hablar de desigualdad para en un par de meses volver a las mismas. Por eso, a quienes desde un principio no le auguramos ni el más mínimo éxito al valiente intento de buscar la paz con una guerrilla incoherente y mentirosa como la nuestra (ver columna ‘No les creo a las Farc’ publicada el 5 de septiembre de 2012) no nos sorprende para nada que ahora digan con total desfachatez que se reservan el derecho de secuestrar a miembros de la Fuerza Pública y que su compromiso era no utilizar la práctica del secuestro con fines extorsivos.¿Mentiras a medias? O mejor, puros embustes. ¿Por qué desde un principio no precisaron que seguirían secuestrando miembros de la Fuerza Pública? Porque no les convenía, obvio. Porque saben disfrazar magistralmente las mentiras. Y decir convenientes ‘verdades’. Porque está muy claro que el dulcecito de la tregua de fin de año era eso, un dulcecito para despistar mientras recargaban baterías.Aclaremos algo. Víctor Alfonso González y Cristian Camilo Yate, los policías secuestrados entre Florida y Pradera el viernes 25 de enero, al parecer por la columna Gabriel Galvis de las Farc, no son prisioneros de guerra porque no fueron tomados como rehenes en medio del conflicto.Sí, es cierto que estamos negociando en medio de la guerra. Pero cosa muy distinta es que secuestren policías porque son policías, así no hayan caído en poder de las fuerzas contrarias en un enfrentamiento. Qué lástima tener que oír hoy a Humberto de La Calle decir que si la intención de la guerrilla no es llegar al fin del conflicto “que lo digan de una vez y no hagan perder el tiempo”. No sabe uno si la dura frase y el tono del negociador es apenas legítimo o si en verdad fueron muy inocentes al creer que las Farc se iban a portar como mansas ovejitas durante los diálogos.Al cierre de esta columna se hablaba de nuevos secuestros en el Cauca. Y seguirán secuestrando, de eso no hay duda. Y el Gobierno debió preverlo y no aterrarse, porque eran los riesgos de negociar en medio del conflicto, como ya ha ocurrido en otras negociaciones del mundo. Así que si esta es la oportunidad para ‘dejar así’, que Santos, todo un ajedrecista, aproveche y no afecte su posible candidatura a la reelección. No vaya a ser que en unos años se arrepienta, mientras que las Farc, como ya lo han hecho, convierten al Gobierno de turno en el hazmerreír del mundo, por cuenta de una negociación que nació signada por el fracaso. Y que quede claro que no es pesimismo, si no puro realismo.