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La Pollera del Limonar

¿Qué pasaría si de la noche a la mañana le ponen enseguida...

30 de septiembre de 2010 Por: Paola Andrea Gómez Perafán

¿Qué pasaría si de la noche a la mañana le ponen enseguida de su casa una discoteca? Eso es lo que le está ocurriendo a la familia Blanco, en la esquina de la Carrera 67 con Avenida Pasoancho. Don Cristóbal, un jubilado que hace 27 años vive en la misma vivienda de El Limonar -vivienda que compró juntando los esfuerzos de muchas lidias en Estados Unidos- hace una semana tiene como nueva vecina a la muy reconocida Pollera Colorá, que estrena su sede en el sur de Cali. Si usted pasa por el lugar se queda asombrado con el contraste. A la derecha, una fachada no muy ancha pero eso sí pintada como buen negocio que se respete, con dos de los tonos más llamativos de la paleta de colores: negro y rojo. Y de ñapa, con una muñeca bailarina. A la izquierda, bastante enrejada y como perdida en una cuadra que cambió de ‘razón social’, está la casa de don Cristóbal, quien pese a todo no es de los que quiera cazar peleas, aunque le asistan los derechos.Me atreví a tocar su puerta la noche del martes, conmovida por el paisaje y porque quería escuchar su historia, que es la misma de muchos caleños a los que ‘a la brava’ los quieren sacar de su casa, sin importarles cuánto les costó conseguirla. Seguramente saldrán con el cuento de que la Avenida Pasoancho tiene uso del suelo mixto y que sobre ella caben este tipo de negocios. Explicación cómoda e insuficiente en esta ciudad del desgobierno, donde cualquiera pone el negocio que se le venga en gana y donde se le pegue la gana. Suena duro, pero es verdad. Sino, que le pregunten a don Cristóbal que hoy seguro se trasnocha con la bulla y el caos.Por eso resulta más bien risible que ahora vengan con el cuento de los distrito de rumba en Cali, donde a la autoridad hace mucho tiempo le quedó grande ordenar su suelo. Donde los distritos de rumba informales abundan. Y donde los barrios residenciales que pagan impuestos y servicios de estratos altos, pagan también el alto costo de un desarrollo comercial nocturno bastante caótico. En últimas, importa cinco si el distrito de rumba es en Cristo Rey (carretera bastante insegura por demás) si es en las bodegas del Ferrocarril o donde se les ocurra. Lo que realmente interesa es que la autoridad municipal algún día se apiade de los muchos don Cristóbal que hay en Cali y que haga respetar la norma territorial. Mejor dicho, que gobierne de cara a esta ciudad a la que le debe su razón de ser.El comentario sangrón: Apuesto lo que sea que las dos elecciones del 2011 para la Gobernación del Valle las va a ganar el elegido de Abadía, cuyos designios siguen causando estragos. Y por favor, que los votos no terminen por darme la razón.