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Hay que potenciar el alumbrado

No voy a irme lance en ristre contra del alumbrado cuando ya...

13 de diciembre de 2012 Por: Paola Andrea Gómez Perafán

No voy a irme lance en ristre contra del alumbrado cuando ya la voz del pueblo ha dado su veredicto: no es del gusto de la mayoría de caleños, e incluso ha sido tan polémico como atomizado y disperso por distintos rincones de la ciudad, en remplazo del tradicional circuito del río.Pero lo que sí creo que amerita una reflexión de fondo es que el tema no resulta tan trivial y accesorio como muchos lo quieren hacer ver, por considerar que existen asuntos sociales de más peso. Eso, sin duda, es verdad, Cali tiene cuestiones de fondo más importantes en las que pensar. Pero ojo, no por ello el alumbrado navideño debe ser visto como algo secundario con lo que hay que cumplir, más cuando el clamor ciudadano refleja que para esta ciudad emotiva es todo un acontecimiento la llegada del fin de año. Entonces, creo, que ya dicho todo lo que se ha dicho sobre el alumbrado, reconociendo que ha habido un esfuerzo por iluminar parques, iglesias y el MÍO, es necesario replantear el trato que se le da al mismo. Me explico: el alumbrado no es un contentillo que se le da a Juan Pueblo y que si le gusta bien y si no, tranquilos, el chaparrón de críticas pasa rápido y se diluye en medio de las fiestas. Y al no ser algo que se trata con cierto desdén, es vital que nuestros gobernantes y líderes tengan una visión más ambiciosa para ver el potencial que hay detrás de esas bombillas y figuras de colores. Basta ver el empuje con que los paisas han hecho de su alumbrado un acontecimiento, que año tras año aglutina a visitantes en torno a él. Y cómo el país entero mira con admiración el empeño que hay en por el mismo. El alumbrado de Medellín se ha convertido en una oportunidad y así lo han entendido los gremios, como una oportunidad de aumentar el turismo, el desarrollo y el empleo, lo que termina beneficiando a todos. Y de paso, quienes ahí viven, son felices con ello. ¿Por qué Cali, la ciudad que tiene su Feria en diciembre, no ve en su alumbrado un potencial para traer más gente a la Sucursal del Cielo?Seguro hay un montón de limitantes como la que este año advirtió que era una exabrupto invertir una millonada en luces. Pero esa no es excusa para pensar en pequeño. Cali necesita pensar en grande, volver a ser grande. Y tratar con cariño asuntos como el alumbrado navideño, que además representan un potencial enorme, sería un excelente comienzo.