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DÍA DE LA MUJER

¿Guerra de sexos? ¡No!

Las tremendas e innegables desigualdades de un mundo masculino que rezagó históricamente a las mujeres, llevándolas incluso a la hoguera por exigir sus derechos o a la muerte, a manos de quienes se han creído sus dueños, son la justificada razón de un movimiento feminista, que al llegar hoy a su cuarta ola no quiere que le sigan concediendo derechos de a poquitos.

11 de marzo de 2021 Por: Paola Andrea Gómez Perafán

Las innegables desigualdades de un mundo hecho a la medida de los hombres, que rezagó a las mujeres -llevándolas incluso a la hoguera por exigir sus derechos, o a la muerte a manos de quienes se creyeron sus dueños- son la justa razón de un movimiento feminista, que al llegar hoy a su cuarta ola no quiere que le sigan concediendo derechos ‘de a puchitos’.

Bien dice la filósofa Alicia Miyares que este es un momento de “una energía absoluta para defender los derechos de esa mitad de la humanidad que ha sido excluida”. A lo que suma Nuria Varela, autora de ‘Feminismo 4.0’, que lo que está pasando es “una rotunda ruptura del silencio de las mujeres en el mundo, con el apoyo del ciberactivismo”.

Los reclamos son fuertes y vehementes. Y más cuando se topan con una reacción masculina o incluso femenina que deslegitima su discurso, o lo convierte en burla. Algo que, según Miyares, ocurre en cada ola y a lo que agregaría que atiende a que las revoluciones aterran, porque no hay que alterar ‘El orden de las cosas’.

EL ORDEN DE LAS COSAS - Corto contra la violencia de género


Pero el feminismo actual, diverso y universal, no está dispuesto a que sus luchas las tilden de feminazismo o que son fruto de una logia de odiadoras de hombres, fracasadas, gordas y feas, con ese tufillo machista de descalificación y de cosificación.

La situación se tensa cuando algunas mujeres atacan al hombre que osa retarlas o incluso sin haberlas retado y aparecen los extremismos, los insultos y la guerra de sexos, cuando debemos es sumar, porque no se construye humanidad con gritos; sino con discusiones respetuosas, entendiendo que son distintas las luchas de mujeres, hombres y sexualidades disidentes.

Cathy Young, periodista rusa estadounidense, dice en ‘Las feministas tratan mal a los hombres’ que el antagonismo entre los sexos no aporta a la equidad y que “ridiculizar y criticar a los hombres no es la forma de mostrar que la revolución feminista es una lucha por la igualdad y que queremos contar con ellos”.

Coincido plenamente con ella: necesitamos juntar fuerzas y derrocar un sistema que arrinconó a las mujeres y les puso una camisa de fuerza a los hombres. Y que quienes en esto creemos, entendemos que es un asunto de derechos humanos, Por eso estamos en contra del feminicidio, las violencias, los odiosos roles de género, las injusticias salariales y los techos de cristal. Lo que no significa que estamos en contra de los hombres por nacer hombres y mucho menos de los que son aliados valiosos. Nada más bello que un hombre feminista y sin vergüenza de serlo.

Por eso, bienvenida la autocrítica de lado y lado; a ellos para que no trivialicen los asesinatos, las violaciones y las tremendas inequidades, y a ellas para no generalizar y meterlos a todos en la bolsa del ‘macho opresor’. Esto no puede ser una guerra de sexos, al fin de cuentas estamos hablando de humanismo y la urgencia de que a todos nos habite y a todas beneficie. ¿Es tan difícil entenderlo?

En Twitter: @Pagope