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El ‘Sigigate’

Increíble. Como si no fuera suficiente el desconcierto que produce el considerar...

24 de mayo de 2012 Por: Paola Andrea Gómez Perafán

Increíble. Como si no fuera suficiente el desconcierto que produce el considerar que Sigifredo López sea cómplice del secuestro de los diputados del Valle que murieron masacrados en la selva, ahora asistimos a una especie de juicio mediático, con todos los elementos de una novela negra. Y en medio de ese maremagnum de opiniones que fluyen por redes sociales, de chistes pésimos en torno a la culpabilidad del exdiputado, y de mares de tinta de especulaciones, la aparición en un noticiero de horario ‘prime time’ de la prueba reina del caso alborotó la tempestad. En el video transmitido por RCN se muestran los planos de la Asamblea y una voz explicando la seguridad y el funcionamiento de la Duma, mientras que en cuestión de instantes se asoma una nariz pronunciada, que hoy se somete al cotejo de los peritos judiciales, para esclarecer si corresponde al acusado. ¿Cómo llegó la prueba reina del ‘Sigigate’ a manos de un noticiero? ¿Aprueba y participa por acción u omisión la Fiscalía este proceder? ¿Es ético que un noticiero realice todo un juicio que condena al acusado, apoyado por un perito, bastante ligero, que dictamina apenas con posturas corporales?La comidilla de los medios hoy es que hubo puja de dos oferentes por el video, que se habría pagado por obtenerlo, que la negociación se hizo en Cali y en el Cauca. Que se pidió más de lo recibido, pero que se transaron por una cifra no despreciable (más de dos dígitos en millones). Y que Caracol, en enojo por lo ocurrido, logró que el fiscal Montealegre hablara en directo para compensar ‘la chiviada’.Que un medio acceda a la indagatoria del acusado es ya costumbre en Colombia y en este caso no fue la excepción: la misma se filtró y publicó el martes en un periódico. Pero lo que no se explica es que la Fiscalía filtre la prueba reina de un caso tan sensible, con el antecedente de que una semana atrás ocurrió lo mismo con el video que muestra los movimientos del terrorista que puso el carro bomba contra Fernando Londoño en Bogotá.Típica justicia espectáculo en el que gana el que tenga la chiva y la dosifique, como está ocurriendo con el video del ‘Sigigate’. Y el debate, de ser cierto que se pagó por el video, apenas comienza, sin ser la primera ni la última vez que ello ocurre.Pero más allá de la ambición periodística, legítima siempre y cuando se actúe con ética; de las opiniones de un país polarizado frente a la inocencia o culpabilidad de Sigifredo López, no está bien que en un país convulsionado como el nuestro la anti ética de la chiva prime y el afán por el rating gane. Así como tampoco creo que una nariz que se asoma en un video y una voz en aparencia similar sean prueba suficiente para condenar a una persona, ni siquiera en un pretencioso informe de televisión. Señoras y señores, este nuevo capítulo de la manoseada justicia espectáculo en Colombia apenas comienza.