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El reality del rating

Que la historia de Elianis y Oscar es el reflejo de lo...

26 de julio de 2012 Por: Paola Andrea Gómez Perafán

Que la historia de Elianis y Oscar es el reflejo de lo que somos los colombianos es pura basura. Que el canal que emitió este bodrio en un horario triple A, tiene muy claro los conceptos de moral y buen ejemplo, es un doble costalado de basura. Que nos quieran hacer creer que el programa Protagonistas de Nuestra Tele busca promover el talento anónimo (mírenlos, parecen sacados de una academia de modelos) eso ya es un descaro. Pero quizás, lo más desconcertante del bochornoso capítulo en cuestión es que el canal, después de jugársela con la fácil: morbo, gritos y violencia (receta exitosa, bien aprendida de lo peor del amarillismo latinoamericano) nos quiera meter el cuento de que no están de acuerdo con el show de esos jóvenes enjaulados, en una enésima versión de una gastadísima fórmula de reality. Hago parte de una inmensa franja de colombianos hastiados de estos programas. Y no precisamente por prejuicios intelectuales sino porque los considero de un trillado subido de tono. Pero claro, frente al escándalo que puso a hablar a un gran sector del país, decidí ver lo que estaba pasando, para comprobar cómo una vez más la falta de argumentos inteligentes obliga a un medio a ganarse como sea la audiencia (16,4% en la última semana por encima del hasta entonces indestronable Pablo, con 15,3%). Eso, sin gastarse una neurona de creatividad, ingenio o talento. De ñapa, después de emitir la escena donde Elianis grita “prospecto de travesti de pueblo” y Óscar le contesta “estúpida, lesbiana” tienen el descaro de lanzar este discursito de quinta, de una doble moral infinita: “Nosotros como canal estamos obligados a hacer respetar las normas de convivencia. ¿Ese es el ejemplo que ustedes quieren dar en un país como este? No es justo. Este es un programa para entretenerlos, para que aprendan”.Ja, ja, ja. Qué mentira. Y qué oso. Primero les mostramos este derroche de violencia propiciada por condiciones de encierro, que son proporcionales a nuestro desespero por perder con la competencia y después les decimos que no estamos de acuerdo con nada de eso que nos está dando el rating. Ese cuentico de que vamos por el respeto, no se lo creen ni ellos. Y más allá de salirse por la fácil, argumentando que es problema del que ve el programa (la respuesta del indiferente), nos debe preocupar que los canales privados en Colombia olviden la ética y le den pan y circo al televidente. Esa debe ser la reflexión que nos quede, ya en el reposo, tras la tormenta de opiniones desatada por el episodio. Y si tiene algo de vergüenza el canal, debe demostrar respeto por la crítica seria. Porque hasta ahora lo único que está claro con la historia de Elianis y Oscar es cuánto los desvela perder. Un ejemplo fehaciente de cuando el rating justifica los medios.