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Diablos en el MÍO

Ocurrió hace una semana en la ruta T31, que conduce del...

17 de noviembre de 2011 Por: Paola Andrea Gómez Perafán

Ocurrió hace una semana en la ruta T31, que conduce del norte al sur de la ciudad. Una pareja de hombres –disfrazados ambos de mujer– subió al bus del MÍO pasadas las 8:00 p.m., en la estación de La Ermita. De inmediato irrumpieron con sus cantos, al estilo de los diablos decembrinos. “Cédale la silla a la señora embarazada”, dijo uno, al referirse a su compañero que portaba un disfraz con barriga incluida, peluca blanca y un rostro extremadamente maquillado. El espectáculo continuó. Una pareja de novios que estaba en otro extremo del bus, fue intimidada con los chistes y manoseo de los visitantes, luego un señor de edad y así sucesivamente. La testigo de esta escena, cuenta con preocupación que vio, incluso, cómo uno de ellos entre chiste y broma le metía la mano al pecho a un pasajero, como buscando sus pertenencias. Minutos después, asustada, se bajó del bus, cuando aún los personajes seguían haciendo fiesta en el mismo. Al comentarle a un vigilante lo ocurrido y su temor porque estos personajes no fueran simplemente diablos sino ladrones disfrazados, éste le contestó que era difícil controlar su ingreso. Que no era mucho lo que podía hacer. ¡Tenaz!Esta denuncia de un usuario se suma a las ya expuestas justo días antes, en que se demostró cómo la presencia de mendigos y vendedores ambulantes se ha vuelto frecuente en el sistema. Lo que es un reflejo de los dramas sociales de Cali y de los cuales el MÍO no es ausente. Pero para ser claros, y sin ánimo alguno de exclusión si no más bien de orden y protección, no podemos permitir que uno de nuestros tesoros más preciado se vea expuesto a este tipo de situaciones.Porque ésta no es la primera queja. Hay más: vendedores de paraguas, un niño que da chocolates a cambio de monedas, un vendedor de protectores de tarjetas y uno más de calendarios, un predicador, una pareja de raperos, por citar algunos casos.Lo dice claramente el decreto 067 del Manual de Convivencia “está prohibido ejercer la mendicidad, ventas ambulantes, rifas, promociones publicitarias, presentaciones (como la de los diablos) no autorizadas en las zonas destinadas a la operación y al tránsito de vehículos del MÍO, así como dentro de los vehículos del sistema”.Y está visto que la medida de Metrocali de tener 30 personas que vigilen para que esto no ocurra, no está siendo suficiente, además de que pocos ciudadanos se comunican a la línea 6204040 para quejarse.OJO. Es labor de todos, autoridades, Metrocali y usuarios, proteger el sistema integrado de transporte masivo. Y es justo el momento para actuar antes que se nos salga de manos. Hay que evitar que el MÍO, como otros medios de transporte, se convierta en feria de ventas o blanco de delincuencia. Las alertas están dadas, lo que falta es decisión.