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El retorno de Uribe

Causa curiosidad lo que va a suceder con Uribe. Es el político...

16 de octubre de 2010 Por: Paloma Valencia Laserna

Causa curiosidad lo que va a suceder con Uribe. Es el político que con más prestigio se retira de la Casa de Nariño, así que podría dedicarse a criticar los sucesores como lo han hecho los otros. La diferencia sustancial es que él, en oposición a nuestros críticos ex presidentes, realizó una tarea frente a la cual las mayorías colombianas se sienten satisfechas. El prestigio de su gestión sería suficiente para que sus comentarios no se convirtieran en palabras inoperantes. Su liderazgo es incuestionable, y sus posturas serían capaces de afectar la opinión pública. Se encumbrarían en la posición de un patriarca. Inamovible, infalible y irrebatible.Aquello no va con el carácter de Uribe, y tal vez por ello ha sabido ganarse la confianza de las masas. Uribe será un ex presidente tan distinto de los otros, como lo fue de presidente. Colombia no ve, desde hace mucho, uno que apenas termina su cargo permanezca en el país, asuma posiciones políticas y las confronte electoralmente. No uno que no asuma el lugar de la oposición, sino decidido a usar su prestigio en beneficio del Gobierno (entre otras porque los últimos han sido reemplazados por sus opositores). No uno que represente una fuerza política que trasciende un partido.Uribe está asumiendo el riesgo de desgastar su vastísimo prestigio, y más aún arriesga el uribismo. Se ha especulado sobre si el uribismo es una ideología o si se trata del mero producto del poder en torno a un presidente. Sin tener una posición encumbrada -sin ser presidente, ni patriarca- es difícil mantenerse entre dos partidos. Si la U se vuelve su único bastión, los conservadores pueden apartarse y se pierde medio uribismo. La entrevista del presidente del Directorio Nacional Conservador sobre los acercamientos de Uribe a los godos deja ver esta fisura. Araújo representa un sector conservador que valora las formas institucionales del Partido. En la elección presidencial descalificó a los conservadores que apoyaron a Santos, incluso los amenazó con las expulsiones previstas por los estatutos en aras a conservar la unidad. Pero hay otro sector que encabezan Valencia Cossio y Arias que creen que hay un proyecto político -que encarnó Uribe- que vincula a los godos con la U y que en esa medida es posible hacer alianzas estratégicas que le permitan posicionarse electoralmente. A pesar de que en la contienda presidencial los conservadores mostraron su abrumadora predilección por el segundo sector, identificado con el uribismo, las directivas no asumieron la derrota. Araújo ya anunció que Uribe es un amigo, pero un militante de la U ajeno al Partido Conservador, y señaló su intensión de “hacer cumplir los estatutos” en las elecciones regionales. Sus declaraciones muestran que la derrota que sufrieron él y toda la directiva azul no tuvo consecuencias. El sector uribista con mayor aceptación entre los votantes, no parece tener mucha representación ni acogida en la directiva.Buenas intrigas se irán resolviendo en telenovela de la política colombiana: ¿Podrá Uribe mantener su liderazgo sobre dos partidos a la vez? ¿Existirá un proyecto político capaz de incluirlos a ambos? ¿Será posible que los partidos tengan acuerdos estratégicos con otros sin irse deshaciendo como partidos? ¿Podrán los estatutos mantener unido un partido en contra de las convicciones personales de los líderes? No deje de ver que resolverán los votantes.