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La península coreana

La península coreana, ahora dividida en Corea del Sur y Corea del Norte, fue por milenios un apéndice geográfico y político de la China Imperial.

19 de mayo de 2017 Por: Ode Farouk Kattan

La península coreana, ahora dividida en Corea del Sur y Corea del Norte, fue por milenios un apéndice geográfico y político de la China Imperial.

En los años de l880 una serie de turbulencias políticas afectaron la zona amplia del Lejano Oriente.

La Guerra del Opio (en la cual Inglaterra y algunos países europeos que compraban caros lujos de China, como la seda y adornos exóticos, junto con el té, quisieron obligar a China a aceptar el opio, que comenzaron a cultivar en Ceylán, como moneda de intercambio comercial –trueque- dado que mucho de su reserva de monedas de oro y plata se estaba quedando en manos de los mercaderes orientales) provocó reacciones como el levantamiento de los bóxer, y el imperio chino se vio debilitado.
Japón, en trance de convertirse en un poder en la zona, le hizo la guerra a Rusia, derrotándola en la batalla naval de 1905 y quitándole islas de mucho valor pesquero, decidió ir por la península coreana y fue así como también en 1905 la invadió.

Cuando la Segunda Guerra Mundial ya se terminaba en 1944, y la pelea por China era entre Chiang Kai Shek (pro norteamericano) y Mao Tse Tung (pro stalinista) y Japón se veía obligado a recoger sus tropas en el Japón territorial para afrontar el avance norteamericano e inglés, tanto Shiang como Mao reocuparon la península coreana, el primero desde el sur y el segundo desde el norte.

Cuando las bombas atómicas decidieron la suerte de la zona, y empezó la guerra fría, las dos facciones trataron de consolidarse, pero lo lograron a medias y fue así como nació una Corea pronorteamericana en el sur y una Corea procomunista en el norte, limitadas por el paralelo 38.

En l950 Mao decidió jugársela e indujo a Corea del Norte a invadir a Corea del Sur. Estados Unidos reaccionó y respondió a la invasión, logrando empujar el ejército de Corea del Norte hasta el límite con China, el río Yalu. Mao respondió enviando un millón de soldados a Corea y ese empuje llevó a los aliados de Corea de Sur de nuevo al paralelo 38. El general McArthur pidió al presidente Truman usar armas nucleares pero Truman, conocedor de lo que ello significaría, se decidió por un armisticio, que devolvió el ‘statu quo’ al paralelo 38, con una zona desmilitarizada, ‘statu quo’ que ‘allí está’.

Mientras tanto Rusia recuperó de Japón las islas que le había quitado en 1905. La China de Mao derrotó a Chiang y lo confinó a la Isla de Formosa, hoy Taiwán. Con su creciente influencia, China Continental le quitó a la China Nacionalista, la de Shiang, el puesto en el Consejo de Seguridad en las Naciones Unidas.

Quien crea que la China actual, que aún con los cambios de los tiempos tiene sus raíces y sueños en el antiguo Imperio, se va a quedar quieta sin recuperar su soberanía sobre toda la península coreana, está equivocado. Ejemplo: la recuperación de la soberanía china sobre Hong Kong.

Desgraciadamente este es uno de esos rezagos de las guerras, particularmente la Fría, en los que quedan tizones encendidos. Y que deben ser manejados con mucha prudencia.