Oasis 613767
Una injusticia aprobada por la mayoría no deja de ser una injusticia...
Una injusticia aprobada por la mayoría no deja de ser una injusticia y eso pasa a veces en las democracias y la justicia.Una gran injusticia fue la muerte de Cristo y otra fue la condena a muerte del gran filósofo Sócrates.Con una serenidad ejemplar Sócrates se despidió de sus amigos y le dijo con calma al esclavo que le llevó el veneno:Vamos a ver, amigo: Dime lo que debo hacer puesto que tú estás bien al tanto de las cosas.Luego de que este le explicara todo preguntó: Está permitido verter un poco de este líquido en ofrenda a algún Dios.El esclavo entonces le respondió: Sólo trituramos la cantidad de cicuta que es preciso beber.Sócrates se llevó la copa a los labios con una tranquilidad absoluta y a los que lloraban les dijo: Tened calma. Sed valerosos.La muerte injusta de ese gran pensador fue un ejemplo de cómo se debe llegar a ese trance: Con el alma en paz y la conciencia tranquila.