El pais
SUSCRÍBETE
Monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura. | Foto: AFP - Héctor Velasco

Opinión

No es una mesa, es un espacio

Es proporcionar un ambiente que permita llegar a fortalecer el tejido social y el desarrollo comunitario para llegar a las causas de la problemática que hace que unos jóvenes estén terminando en la delincuencia.

6 de agosto de 2023 Por: Arquidiócesis de Cali

*Monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, obispo de Buenaventura

El pasado 18 de julio se instaló en la ciudad de Buenaventura el segundo espacio de diálogo sociojurídico del país por la paz entre el gobierno nacional y los voceros de las bandas delincuenciales que operan en el distrito.

Para muchas personas es una mesa de negociación, pero hay que aclarar que, en este momento, mientras no haya un marco jurídico que lo respalde, no se puede hablar de una mesa (término utilizado solo para las conversaciones entre el gobierno nacional y los grupos rebeldes con ideologías políticas). Aquí se instaló fue un ‘espacio sociojurídico’ para escuchar, construir soluciones a las problemáticas de los sectores, definir una o unas rutas de intervención, definir prioridades, estimular el compromiso de los portuarios, comerciantes, medios de comunicación, fuerza pública, sociedad civil organizada, academia, gobiernos, lideres sociales. En fin, es proporcionar un ambiente que permita llegar a fortalecer el tejido social y el desarrollo comunitario para llegar a las causas de la problemática que hace que unos jóvenes estén terminando en la delincuencia.

Los representantes del gobierno nacional activos en nombre del Presidente de la República y los voceros de las bandas delincuenciales transmiten en la mesa lo que sus jefes definen sobre el proceso. Es crear un clima de confianza para llegar a las causas de la problemática que vive la población del Distrito de Buenaventura.

Este mismo espacio va a permitir la periodicidad de las reuniones, los temas a tratar los invitados, así lo requiere el proceso, no sería para ejecutar programas, ya el gobierno se encargará de direccionar los mecanismos para hacerlo.

Entidades como la misión de verificación de la ONU y la MAPP-OEA, estarán siempre presentes en nombre de la comunidad internacional y la Iglesia va a acompañar este proceso.

Desde el mes de septiembre de 2022 se inició una etapa de acercamiento con estos grupos, se logró disminuir las muertes violentas en el Distrito y se avanzó en la construcción de confianza. Ahora se inicia una segunda etapa con la apertura de este ‘espacio sociojurídico’.

Esperamos que Dios bendiga por la paz y que se vaya consolidando un proceso serio y verificable para dejar atrás varias décadas de miedo y de delincuencia y así podamos vivir en este territorio en paz y con justicia social, sabemos que no será fácil ni rápido, pero sí sabemos que se van a poner los mejores esfuerzos para esta querida tierra del pacífico colombiano se transforme en un verdadero polo de desarrollo del país.

AHORA EN Columnistas