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Robotbanca

Mi reflexión es la siguiente, ¿quién programa esos sistemas (robots) para que cada vez sea más difícil poder tener humanos de carne y hueso ayudándole a solucionar nuestros problemas?

8 de junio de 2020 Por: Miky Calero

Narro un experiencia reciente que tuve con mi cuenta en Bancolombia y dejo que ustedes juzguen por sí solos.

En julio del 2019 hice un viaje a Suecia a conocer a Elías Calero el hijo de mi sobrino Sebastián. De regreso paramos en España y con mi compañera decidimos alquilar un carro en Barcelona y recorrer algo de la Costa Brava y visitar Cadaqués, tierra del señor Dalí. Una semana después entregamos el carro y pagamos el total del alquiler con la tarjeta Mastercard que ya habíamos dejado para respaldar el negocio, se rompió el voucher que dejamos al principio y se hizo uno nuevo por la totalidad del servicio.

En febrero del 2020, o sea casi 7 meses después me aparece en el extracto de la tarjeta un cobro por US$170 de parte de los señores que me alquilaron el carro. Llamo a la ejecutiva de cuenta del banco y ella muy querida me dice que el sistema (robot) dice que tengo que escribir a los señores de España para hacer el reclamo y que con ese documento ya siguen el caso. Me molesto un poco porque la pelota me la devuelve el banco a mí, pero procedí a hacerlo, sin respuesta clara de los españoles.

Después el sistema del banco me dice que se me vencieron los términos del reclamo y que ya no se puede hacer nada, por lo cual yo termino pagando 170 dolaritos que no me gasté. Decidí por esa razón cancelar mi tarjeta y mi cuenta de ese banco.

Mi reflexión es la siguiente, ¿quién programa esos sistemas (robots) para que cada vez sea más difícil poder tener humanos de carne y hueso ayudándole a solucionar nuestros problemas?

Recuerdo cuando en épocas pasadas uno iba donde el gerente del banco, que lo hacía pasar a su oficina y uno salía con el problema resuelto de una.

Ya entiendo por qué las utilidades de los bancos se cuentan en billones, claro todo es manejado por sistemas robóticos que ahorran mano de obra humana y así los señores del sindicato antioqueño o el señor Sarmiento y sus accionistas pueden tener esos jugosas utilidades, ¡sí, ya entiendo!

Me pregunto nuevamente, ¿qué tienen que decir estos señores al respecto? Claro, no puedo ser tan iluso de pensar que ellos lean a un columnista de provincia y respondan a mi inquietud, seguramente están leyendo el Economist o Forbes para saber el ranking donde están entre los más ricos del planeta.

Afortunadamente ya hay banqueros como Joan Antoni Melé, (promotor de la banca ética) que están proponiendo bancos más humanos, más interesados en que el sistema financiero sea para todos y no solo para unos pocos, pero mientras llega esa conciencia a Colombia yo usaré de banco, mi colchón y pondré mis ahorros debajo de él. Señores ladrones, por si acaso se les ocurre y a buscar les advierto que son muy pocos los ahorros que la pandemia me ha dejado.