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Providencia ahora

La situación de las islas de Providencia y Santa Catalina es indignante. Sus habitantes siguen sintiendo las penurias del paso del huracán Iota que destruyó más del 90% de las viviendas e infraestructura.

5 de julio de 2021 Por: Vicky Perea García

La situación de las islas de Providencia y Santa Catalina es indignante. Sus habitantes siguen sintiendo las penurias del paso del huracán Iota que destruyó más del 90% de las viviendas e infraestructura. Las cifras están allí, por más que el gobierno trate de maquillarlas, es solo oírlas de parte del pueblo raizal. Quiero compartir mi columna con el exgobernador y una voz respetada por los moradores del archipiélago, el Sr. Álvaro Archibold Núñez; abogado especializado en la Sorbone de París. Adelante Álvaro:

“Reconstruir unas islas oceánicas después del paso de un huracán no es tarea fácil. Y la labor se vuelve más compleja cuando el Presidente toma decisiones desconociendo la historia, la idiosincrasia y esa particular visión de la vida compartida por los miembros de la comunidad por tiempos inmemoriales. Me refiero a la designación de Susana Correa como gerente para la Reconstrucción de Providencia y Santa Catalina, en una gerencia que tampoco ha tenido la empatía y el ‘feeling’ de tender verdaderos puentes con la comunidad. Se equivocó el Presidente; no supo definir desde el inicio cuál era el problema a solucionar el Estado colombiano en los territorios devastados de ultramar, administrados férrea y duramente por una gerencia colonial.

Lo que Iván Duque nunca pensó fue que los problemas de Providencia y Santa Catalina vienen de mucho tiempo atrás acompañados por ese deseo del Estado de generar molestias y fastidio en una comunidad lejana a la Cordillera de Los Andes, y los lazos de corrupción que ha tendido desde los diferentes organismos de poder hacia las islas, favoreciendo megaproyectos turísticos, la ampliación de la pista del aeropuerto para generar flujos y presiones migratorias ‘indiscriminadas’ parecidos a los que acabaron con San Andrés y arruinaron su entorno y su paisaje.

Es increíble que después de siete meses de la gerencia de Susana Correa, cientos de providencianos se sigan mojando; sus habitantes acuden a un hospital de campaña en precarias condiciones; y los cuatro sitios de disposición de desechos siguen colapsados a la intemperie. El ‘Campamento por la dignidad’ creado por los pescadores y agricultores en defensa de su sostenibilidad y sobrevivencia ha sido desconocido por la Gerencia en la pasada reunión con el fin de crear las cuatro mesas de concertación para tratar aspectos como son la programación de la entrega de dotación a los pescadores artesanales, el subsidio al combustible, y a los pescadores. Las obras de infraestructura que muestra el Presidente como gestión de su gobierno vienen de administraciones anteriores. De la reunión celebrada en la Isla de Providencia con la Contraloría General y Findeter, luego de la afirmación ligera de Duque de tener cien casas reconstruidas, la situación real es la siguiente: para el 30 de junio se deberían haber entregado 80, manifestó el Presidente. Susana Correa lo corrigió diciéndole que tenían materiales para 69, lo cual tampoco se cumplió. La negligencia ha sido tal que el último pedido de materiales solo fue realizado el 8 de junio y estos solo llegaron hace cinco días. Pero si las cosas marchan como ‘rectifica’ la Gerencia, para febrero de 2022 se habrán tenido que entregar 646 nuevas de las 910; y 255 casas en reparación con soluciones efectivas, de las que no se sabe aún cuál es su estado de avance”.