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Nuestro Modugno

Recientemente, Carlos Vives le hizo homenaje, por considerar que fue un pionero. Trabajó, cantó en Guatavita y en Fusagasugá, en Medellín y en Cali, en la Feria de la Piña en Dagua, gritó, se desgañitó, se afinó más de la cuenta, organizó combos, viajó por toda la república y en estos días de diciembre reconocemos su huella, como la del loco, nuestro Modugno, y no lo sabíamos.

8 de diciembre de 2021 Por: Medardo Arias Satizábal

No se sabe quién sembró tanto mango en Cali, pero por estos días de diciembre encontramos el fruto restregado en las calles. De lo alto de viejos árboles, en el Sur y en el Norte, se desgajan mangos en sazón que los carros machacan al pasar. Esta visión de tanta miel regada, viene también con la música de diciembre, la misma que nos permite hallazgos como la equipara a Gustavo de Jesús Quintero Morales, El Loco Quintero, con Domenico Modugno.

Reorganizando mi viniloteca acabo de encontrar la versión original de ‘Fantasía Nocturna’ del Loco con Los Hispanos, y he pensado en tantos artistas colombianos que vienen a ser valorados solo cuando ya no están; cantores y compositores como Carlos Julio Ramírez, Tito Cortés, Lucho Bermúdez, José Barros, Rafael Escalona, Rodolfo Aicardi, Helenita Vargas.

‘Fantasía Nocturna’ aparece en esas selecciones que hacían las empresas hace muchos años. Los gerentes comerciales se habilitaban como editores de música y regalaban a sus clientes y amigos unos vinilos históricos en lo que bien podían estar el grupo Abba, junto a Claudia de Colombia, o los Beatles en el mismo menú con Alci Acosta. Tiempos en que no estaban muy claras las fronteras de los derechos de autor y era posible hacer estas ‘ensaladas musicales’ para obsequiar en diciembre.
Conservo los discos dobles de Good Year y los que dedicó el Banco Ganadero a Escalona y a Leonor González Mina. Estos dos últimos, ya clásicos.

Confieso que el Loco, como Fruko y sus Tesos, Los Graduados y Los Hispanos, no estaban propiamente en mi guión musical; no así Los Corraleros de Majagual y Peregoyo. Este último fue recibido como un héroe y paseado en máquina de bomberos con todo su combo en Buenaventura, cuando regresó de grabar su primer LP en Medellín, con creaciones como la Descarga Vacaná, Maximina, La Guitarra Desbaratá, Facunda.

El Loco Quintero nació en Rionegro en vísperas de Navidad; Modugno en la azul Italia, en Polignano a Mare, pero si escuchamos ‘Volare’ y ‘Fantasía Nocturna’, canción también conocida como ‘Lucerito’, vamos a encontrar felices coincidencias. En la primera, se trata de una rapsodia en azul en la que el cantor desea volar para mirar la tierra desde arriba; se deja llevar por el viento, con la cara y las  manos pintadas de azul. En la segunda, nuestro cantante criollo observa un lucero que llora y también se eleva de la tierra colombiana para mirar el universo desde las nubes andinas: “Una noche me quedé contemplando el panorama/ y a lo lejos divisé un lucero que lloraba... Entonces me transformé en paloma mensajera/ alto, muy alto volé, confundiéndome en la niebla… Cuando volaba muy alto la tierra me parecía/ una cumbia gigantesca con mil velas encendidas…”. Genial.

El Loco terminó sus días cantando en los cruceros; recordaba quizá el tiempo en que junto al barranquillero Rodolfo Aicardi, eran los alcaldes de la fiesta decembrina. No había rumba, sarao, fiesta, asado, parranda, donde no se disfrutaran sus éxitos de fin de año. En una entrevista con su viuda, escuché algo que me conmovió. Ella dijo que el Loco no le temía a nada; solo a la pobreza.

Creo que Colombia nunca le dio su lugar, el que le correspondía.
Tampoco a Rodolfo, quien interpretó, creo, más de mil canciones, entre baladas, boleros, porros, guarachas. Recientemente, Carlos Vives le hizo homenaje, por considerar que fue un pionero. Trabajó, cantó en Guatavita y en Fusagasugá, en Medellín y en Cali, en la Feria de la Piña en Dagua, gritó, se desgañitó, se afinó más de la cuenta, organizó combos, viajó por toda la república y en estos días de diciembre reconocemos su huella, como la del loco, nuestro Modugno, y no lo sabíamos.
Sigue en Twitter @cabomarzo

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