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El tsunami verde

No obstante la clarísima victoria de Juan Manuel Santos en la primera...

9 de febrero de 2017 Por: Medardo Arias Satizábal

No obstante la clarísima victoria de Juan Manuel Santos en la primera vuelta electoral, nadie se explica cómo en un país con más de 25 millones de ciudadanos habilitados para votar, menos de siete dieron la mayoría al candidato de la U.La segunda vuelta podría estar caracterizada por una tendencia similar. Un país de 44 millones de habitantes, que elige presidente con menos de 10 millones de votos, no es un país serio.Uno se pregunta entonces de qué se quejan los colombianos cuando campean el mal gobierno, la corrupción, el autoritarismo, el abuso, la falta de políticas claras de empleo, vivienda, salud.Es obvio que la ínfima minoría que elige Presidente, es la que sale a votar, la que decide por más de 30 millones que opta por quedarse en casa y, en esta segunda vuelta, con la segura excusa del Mundial Fútbol.Colombia está perdiendo ahora la oportunidad preciosa, histórica, de salir a votar masivamente, de elegir bien, de mostrar presencia y carácter con el voto. Según entrevistas recientes, muchos ciudadanos de a pie, declaran que no votan porque están cansados de escuchar la misma cantinela politiquera; agobiados por las mentiras dichas por años y, también, desilusionados por el sistema electoral al que, tradicionalmente, se le endilga más de una trampa.Estoy seguro que miles de jóvenes que atiborran Facebook y Twitter con mensajes a favor de Mockus, harían una gran diferencia este 20 de junio con un voto real, no de opinión, pues en política gana el que suma la mitad más uno.Lo que fue la ola verde en la primera vuelta, tiene ahora la oportunidad de convertirse en un tsunami, con las adhesiones de quienes no deben dejar pasar este momento de “efervescencia y calor” para situar a Colombia en el primer mundo, el de la legalidad, la honestidad, el juego limpio, la educación y la salud como derechos naturales.Mockus habla el lenguaje correcto. Colombia, no obstante los múltiples azotes que padece, entre los que se cuentan el narcotráfico, el paramilitarismo, la corrupción, el desplazamiento, la violencia intrafamiliar, la falta de atención a la niñez desamparada y a los ancianos, es un país que está ya preparado para dejar atrás el pasado, la componenda, el manzanillismo, el ‘todo vale’, la malicia, la oscura trapisonda entronizada como forma de gobierno. Prueba de ello es el acta de defunción que hace muchos años le extendió al Partido Liberal.Es por lo anterior que la abstención, esa franja conformada por inconformes, descreídos, rebeldes, decepcionados, ácratas, indiferentes, anarquistas, puede esta vez elegir Presidente, dar un empujón de más de quince millones de votos a esta dupla de lujo que se presenta al país, por selección natural, con posibilidades de no volver a aparecer en el mapa electoral de la próxima década: Antanas Mockus y Sergio Fajardo.Habermas no puede estar equivocado; tampoco la brillante pléyade de intelectuales y académicos de Europa y Estados Unidos que han enviado su respaldo al candidato del Partido Verde.Alguien me dijo que el peruano Jaime Bayly tenía un programa de mucha audiencia, que era genial, que llamaba al buen humor. Pude verlo recientemente para darme cuenta -impresión triste- que no hace diferencia con los cuentachistes criollos. Pretender decir que Mockus es tonto, y aprovechar un espacio para relacionarlo con supuestas simpatías chavistas, no es sólo pueril, sino canalla. Bayly ofende al pueblo colombiano con posturas de payaso de tercera.Pase lo que pase, el tsunami verde debe hacerse sentir este 21 de junio, cual marejada feliz.

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