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El Potosí espera

La ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez, tiene una de las mayores responsabilidades del actual Gobierno: poner a flote los cerca de US$20 mil millones, equivalentes a dos bonanzas petroleras, sumergidos en el galeón San José.

8 de agosto de 2018 Por: Medardo Arias Satizábal

La ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez, tiene hoy una de las mayores responsabilidades del actual Gobierno, cual es la de poner a flote los cerca de US$20 mil millones, equivalentes a dos bonanzas petroleras, sumergidos en el galeón San José, a nueve millas y media de Cartagena.

Como somos un país mágico, preconcebido ya en los textos de García Márquez -el San José y su tesoro aparecen en ‘El amor en los tiempos del cólera’- ese dinero contribuiría de alguna manera a hacernos menos denso el subdesarrollo.

Como la literatura debe servir para algo, observen cómo narra José Paredes Laos, en el diario El Comercio de Lima, el momento en que esa fortuna fue predestinada, hace 310 años, para las arcas de Colombia:
“Caía la noche del 8 de junio de 1708 y reflejado en el mar del Caribe debió haberse visto un gran resplandor. Un brillo intenso seguido de gritos y estruendos que sorprendieron incluso a los ingleses del Expedition, que en ese momento ya habían logrado emboscar al enorme galeón español y se preparaban para abordarlo. Lo habían perseguido por más de dos horas a fuego de cañón y bajo una persistente llovizna.
En realidad, lo habían venido siguiendo desde diez días atrás cuando espías británicos lo vieron zarpar desde Portobelo —resguardado por una flota de mercantes— con su fabuloso cargamento de oro, plata y piedras preciosas.

La nave debía llegar a Cartagena, donde iba a ser reparada, para luego emprender el trayecto hacia La Habana y de ahí, por el ancho mar, seguir hasta Cádiz. Los ingleses lograron romper el cerco que protegía al San José y se pusieron a 60 metros de su objetivo. Dispararon contra el velamen y el timón tratando de inutilizar la nave para el abordaje, cuando sucedió lo impensado: una deflagración al interior del galeón hizo saltar los maderos por los aires. Todo sucedió de prisa.

El fuego se propaló de inmediato y en solo minutos la enorme nave capitana de más de 1.000 toneladas, y construida para ser el buque insignia de la flota de galeones de tierra firme, comenzó a hundirse. De sus 600 pasajeros solo se salvaron 11. Más allá de las vidas humanas y de los cargamentos de cochinilla y cacao, y de algunos animales exóticos que llevaba a bordo, como monos, papagayos e iguanas, el San José se fue a pique con un tesoro de varios millones de monedas de oro y plata recaudados en Potosí, Lima y Quito, además de objetos, piedras preciosas y obras de arte religioso…”

Reproduzco este texto porque a despecho de lo que se cree, no es sólo España la que está atenta a este tesoro, sino también el antiguo Virreinato del Perú, además de Ecuador, pues buena parte de este cargamento de monedas de oro, provenía de Potosí, Lima y Quito. Esta fortuna era para Felipe V, quien necesitaba con urgencia ese ‘óbolo’ de sus colonias para sostener la Guerra de Sucesión y permitir al imperio rebrillar sus blasones.

El intelectual caleño Gustavo Vivas, en artículo enviado al diario Levante, de España, afirma: “En los últimos 526 años se ha hablado y escrito mucho sobre temas asociados a la historia y el patrimonio que podrían considerarse comunes o exclusivos en los pueblos que han vivido o viven en territorios que hoy pertenecen a los 22 países que conforman la Comunidad Iberomericana”.

Considera que “uno de los primeros encargos del presidente Duque al Canciller Carlos Holmes Trujillo y a la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez, podría y debería ser la revisión de la ley 1675 para adecuar su polémico artículo 3 (en el que se definen los bienes susceptibles de protección o comercialización) a la Convención de la ONU”. España realizaría en 2019 una Conferencia Iberoamericana sobre Patrimonio Sumergido.

Comenta también que “en los 16 minutos de su alocución del 23 de julio, Santos no mencionó a España y se deshizo en loas al comodoro inglés que luego participaría en el brutal asedio a Cartagena en 1741”.

Sigue en Twitter @cabomarzo

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