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¿Bueno para Claro, bueno para todos?

“Lo que es bueno para Claro es bueno para 34 millones de...

16 de septiembre de 2012 Por: Mauricio Cabrera Galvis

“Lo que es bueno para Claro es bueno para 34 millones de colombianos” es el ilusorio mensaje de la costosa propaganda que hizo Claro-Comcel la semana pasada con cuatro avisos de página entera en varios periódicos de Bogotá. ¿Cuál es el propósito de esta multimillonaria campaña publicitaria, que no está dirigida a atraer más clientes, ni a anunciar nuevos servicios?Hay que recordar que los avisos salieron el mismo día en que los senadores Juan Mario Laserna y Jorge Enrique Robledo iban a adelantar un debate en el Congreso sobre la subasta para las nuevas tecnologías de Internet móvil (conocida como 4G), en el cual se iba a cuestionar la posición monopolística y dominante que tienen las empresas de Carlos Slim en el mercado de las telecomunicaciones.Se puede entonces suponer que el objetivo de estos avisos era contrarrestar la información que han presentado los senadores, tratar de limpiar la imagen de la compañía y presionar la decisión que debe tomar el gobierno sobre si permite o no que Claro participe en la subasta de 4G y así consolide su posición dominante.Es claro que Claro puede gastarse su plata en este tipo de propaganda en lugar de invertir para mejorar su deficiente servicio; lo que no debería hacer es difundir mensajes tan cuestionables, porque la realidad es que, cuando se trata de monopolios, lo que es bueno para la empresa suele ser malo para sus clientes y para la sociedad.Lo dice nada menos que la Oecd (ese club de países ricos al que Colombia aspira entrar), que en un estudio sobre el mercado de telecomunicaciones en México llega a la conclusión que la falta de competencia -por el cuasi monopolio de Slim- ha permitido el cobro de tarifas excesivas a los usuarios y ha impedido que mucha gente tenga acceso a la telefonía móvil y al Internet. La Oecd estima que el costo para el bienestar de los mexicanos por estos conceptos ha sido del 1,8% del PIB anual, para un total de US$130.000 millones entre 2005 y 2010.En el caso de Colombia la Superintendencia de Industria y Comercio ha comprobado que el grado de concentración del mercado de telecomunicaciones es, junto con el de México, uno de los más altos del mundo. Claro maneja el 65% del mercado y controla el 80% del volumen de llamadas por celular; por eso desde el 2008 fue declarada por las autoridades como tenedora de posición dominante, pero todos los intentos oficiales por controlarla han sido bloqueados por el mismo Claro. Según el Presidente de esa compañía, el año pasado les impusieron multas por $2.000 millones, y gracias a sus abogados sólo tuvieron que pagar $300 millones.El senador Laserna ha estimado, con base en estudios de Fedesarrollo, que esta falta de competencia tiene un costo para los colombianos del 0,8% del PIB anual, sobretodo porque el monopolio permite cobrar tarifas más altas. En contra de lo que dice la propaganda, eso es bueno para Claro, pues aumenta sus utilidades, pero no es bueno para sus usuarios.La entrada de nuevos competidores al mercado no es bueno para Claro, pero si es bueno para todos los colombianos. Por eso es importante que en la próxima subasta de 4G el gobierno imponga condiciones que impidan que se consolide la posición dominante y, por el contrario se facilite la entrada de nuevos operadores y, además, que se proteja el enorme patrimonio público de empresas como EPM, ETB y Emcali. Esas si pertenecen a todos los colombianos.

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