Sí al desfile

La decisión de los organizadores del Desfile de automóviles Clásicos y Antiguos de no volver a participar en el programa de la Feria de Cali, debe revaluarse.

Este evento, que lleva más de 20 años de realizaciones ha adquirido una importancia internacional y es, junto con el de Medellín, la oportunidad única y feliz de ver rodar por nuestras calles verdaderas joyas de la industria automotriz.

Pero hay algo más más: sus organizadores destinan el producido a distintos ancianitos de Cali, sin cuyas generosas donaciones les resultaría imposible subsistir.

Para este año, por ejemplo, el Cottolengo recibirá más de 35 millones de pesos, producto de los recursos recaudado en el desfile. Hay pues una obra social importante y necesaria.

El desfile del pasado 27 de diciembre fue un éxito en participación y calidad. Más de 300 vehículos entre automóviles, camionetas, camiones, máquinas de bomberos, motos, bicicletas (y hasta aviones volando el firmamento) antiguas y clásicas con sus conductores ataviados a las distintas épocas, pudieron apreciarse en vivo y en directo.

Los automóviles que allí desfilan son de verdaderos gomosos que los conservan con paciencia Jobiana y los embellecen para esta fecha en que los lucen orgullosamente recibiendo a cambio la admiración y los aplausos de un público que en este año alcanzó el millón de asistentes, convirtiéndose así en el evento ferial más concurrido y el de mayor extensión, lo que permitió que gentes de todas las edades y condiciones tuvieran la facilidad de una miranda especial.

Hubo autos incunables desde los años 30 hasta los 80 perfectamente organizados por décadas y hasta se coló una Ford F150 que se permitió que desfilara porque llevaba en su platón a un pianista que tocaba canciones de cada época.

Infortunadamente, al final hubo un incumplimiento con la colocación de las vallas que impedían que el público se lanzara a la calle como así sucedió, presentándose a Dios gracias sólo incidentes menores que se pudieron evitar y que de haber sido graves habrían constituido una tragedia tal que de seguro hubieran hecho que el desfile se suspendiera indefinidamente.

Es lo por tanto indispensable una reunión entre Corfecali y su diligente y expedito gerente Argemiro Cortés y el presidente del club de las 4 AES para que se firme un compromiso referente al envallado del recorrido y así garantizar hasta donde sea humanamente posible, que exista una mayor seguridad.

Sí al desfile de los vehículos antiguos y clásicos, un verdadero imperdible de nuestra feria y una tradición que debemos continuar, o sea que desde ya a preparar nuevos carros viejos que deben restaurarse con tiempo y buena letra y que la pianoneta nos regale también una nueva música vieja.

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Posdata: desde ya tenemos que pensar en quién queremos que sea nuestro próximo alcalde de Cali.
Estamos a tiempo de conocer quiénes serán los candidatos(as), saber de sus estudios, cuál es experiencia y qué proponen.
No nos dejemos coger ventaja.