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Me mamé de la marcha

Es tal el aluvión de comentarios sobre la marcha o el paro de este jueves que ya no sé si es lo uno o es lo otro, si es bueno o es malo salir a marchar, por qué y para qué.

18 de noviembre de 2019 Por: Mario Fernando Prado

Es tal el aluvión de comentarios sobre la marcha o el paro de este jueves que ya no sé si es lo uno o es lo otro, si es bueno o es malo salir a marchar, por qué y para qué. Creo que pocas veces la opinión pública ha sido tan bombardeada por los unos y por los otros, que se está produciendo un fenómeno de confusión que puede llevar incluso a una abstención y que el evento termine siendo un fracaso.

No me opongo a que la gente salga a marchar aun sin saber por qué y que otras personas salgan a protestar también sin saber por qué. Cada quien es libre de hacer de su capa un sayo y de lo que sabemos un candelabro.

En lo que sí no estoy de acuerdo es que muchos de esos marchantes y ‘protestantes’ lo hagan instados por las fake news y otros comentarios que han sido desvirtuados con cifras en mano, demostrando hasta la saciedad que los supuestos motivos para salir a la calle no son verdaderos y que es falso todo lo que sostienen quienes desean armar un tierrero aprovechándose de los idiotas útiles de siempre, carne de cañón para sus oscuros fines.

Y ya verán, Dios no lo quiera: de producirse unas muertes que repito ojalá no se sucedan, será de inocentes personas, pagando justos por pecadores, porque los cabecillas, encapuchados y los provenientes de otros países, saldrán indemnes como corresponde a sus maquiavélicos procederes.

Por ello, no voy a medir calles este 21 de noviembre y por el contrario voy a trabajar como cualquier otro día -respetando lo digo otra vez, a quienes sí lo van a hacer- entre otras cosas porque estoy conforme con el actual gobierno y con los resultados que está demostrando. Y porque estoy inconforme también con los palos en la rueda y las zancadillas que le ponen la oposición desenmermelada y la izquierda furibunda a un presidente al que se le ha ido la mano en tolerancia y al que le ha llegado el momento de hacer respetar el orden establecido y para no dejarse engañar por tanto lobo con piel de oveja que quiere ver sangre a como dé lugar.

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Posdata 1:
Pasando a otro tema, estoy en deuda con algunos sirilectores que sostienen que los moteles no están de capa caída y que el de capa caída es este pajarraco. Que lo que hay ahora son nuevos moteles con cara de hoteles y agregaron a la lista establecimientos tan reputados como Huitaca en la recta Cali-Palmira, los Geishas del norte y del sur y otros de menor envergadura. Me informan además que por los lados de la Autopista Suroriental hay otros moteles que se llenan para disfrutar en palco de primera, en paños menores y hasta viringos los desfiles de la Feria, en medio de licores y vuelta canelas inimaginables.

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Posdata 2: Muy lamentable la muerte del colega columnista Farouk Kattan, líder cívico y gremial, analista acertado y oportuno. La última vez que lo vimos fue en un almuerzo en el Hotel Spiwak con Jorge Iván Ospina, al que Farouk como siempre fue de los primeros en llegar. Infortunadamente sufrió una caída menos mal sin ninguna trascendencia. Paz en su tumba.

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