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MÍO, una preocupación colectiva

Al momento, se ha hecho énfasis en la recuperación de las estaciones y terminales afectadas, hecho que sin duda es importante, pero aún faltan ejecuciones significativas en acciones que impacten sustancialmente la oferta del servicio al usuario, buscando una mayor demanda.

17 de agosto de 2021 Por: María Isabel Ulloa

El debate público sobre el MÍO ha sido realmente limitado. Por encima de las diferentes posiciones que existen en la ciudad, lo claro, es que tener un sistema de transporte público de calidad debe ser una prioridad para todos. Por transporte de calidad me refiero a que todos los ciudadanos podamos tener acceso a él, con precios racionales y un servicio cómodo; a que haya rutas por buena parte de la ciudad y a que las personas no deban usar otros mecanismos de transporte para llegar a sus casas. También a que los buses, o vagones, en el caso del tren ligero, estén limpios y en buen estado, además de que se proteja el medio de ambiente, con tecnologías cada vez más sostenibles. Esto termina impactando la calidad de vida de los ciudadanos, pues pueden gastar en otros bienes necesarios y tienen más tiempo libre para disfrutarlo con los suyos. Definitivamente, estamos lejos de esto. El sistema ya tenía varios problemas, pero la pandemia y los bloqueos lo han puesto en una difícil situación.

Con preocupación vemos cómo las acciones para recuperar el MÍO no se implementan al ritmo que se requiere. Al momento, se ha hecho énfasis en la recuperación de las estaciones y terminales afectadas, hecho que sin duda es importante, pero aún faltan ejecuciones significativas en acciones que impacten sustancialmente la oferta del servicio al usuario, buscando una mayor demanda.

Es imprescindible mejorar la oferta del MÍO aumentando rutas, mejorando frecuencias y ampliando horarios. Para ello, es fundamental disponer de un mayor número de buses en circulación en los corredores estratégicos donde existe mayor potencial de demanda. Actualmente, de los 931 buses con los que cuenta el sistema, solo circulan cerca de 560, y de las 97 rutas que operaban previo al covid, solo se cuenta con cerca de 70 rutas.

De igual manera, es urgente ejercer un control más efectivo y oportuno sobre la movilidad de la ciudad. A la fecha, seguimos viendo intersecciones sin la instalación de los semáforos, lo que genera mayores tiempos de espera en estaciones a los usuarios del MÍO, incumpliendo la promesa de puntualidad. También llama la atención cómo se siguen vandalizando buses, se invade el carril exclusivo del MÍO y algunos buses del TPC se superponen en las rutas del masivo sin respetar los puntos de parada.

Es preocupante ver cómo el transporte ilegal sigue creciendo exponencialmente, lo cual además de competirle al MÍO en detrimento de su sostenibilidad, presta un servicio costoso, inseguro y de baja calidad. Aquí es urgente la acción constante de las secretarías de Movilidad y Seguridad ejerciendo controles efectivos.

De otro lado, es fundamental que se le dé mayor prioridad a la consolidación de la Troncal Oriental. No se puede perder de vista que las rutas troncales generan mayor eficiencia operacional al funcionar con buses de mayor capacidad, lo cual posibilita captar una mayor demanda a un menor costo. En tal sentido, se debe acelerar la ejecución de las obras de los tramos 1 y 2, y dar apertura al proceso de licitación del tramo 3, aprovechando el apoyo que dio el Gobierno Nacional el año pasado.

Evidentemente mucho de esto se resuelve con recursos adicionales. Recursos que el Gobierno Nacional ha dicho está dispuesto a dar si las administraciones locales también hacen un esfuerzo, según lo que está estipulado en la reforma tributaria que discute el Congreso.

Como región llevamos años hablando del tren de cercanías. La mala noticia es que si no convertimos en agenda común la recuperación integral de nuestro actual sistema de transporte masivo, la posibilidad de ese sueño se nos puede esfumar. En efecto, el éxito comercial de ambos sistemas requiere de su integración. Trabajemos juntos, busquemos salidas, no nos quedamos en posiciones inmóviles. Debemos pensar en los ciudadanos.
*directora de ProPacífico 
Sigue en Twitter @MariaIUlloa