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Después del reforzamiento, ¿qué?

Un espacio que nos vuelva la mirada al río como una forma de recogimiento y diversión...

26 de abril de 2022 Por: María Isabel Ulloa

Hace algunas semanas Cali recibió 11,3 kilómetros que se sumaron a los 2,4 recibidos en diciembre de 2021 para completar un total de 13,7 kilómetros en el marco del proyecto Plan Jarillón de Cali. En total, se han reforzado 22,9 de los 26,1 kilómetros, lo cual significa que la ciudad ha disminuido su riesgo de inundación por sobrepaso del río Cauca en un 85%. Así mismo, a mediados del año iniciarán los trabajos de reforzamiento de 2,4 kilómetros en el sector de Floralia y Comfenalco; la recuperación de la Laguna El Pondaje Fase III y la repotencialización de la estación de Bombeo Paso del Comercio.

Falta poco para terminar definitivamente este proyecto tan necesario. Durante más de siete años la articulación entre el Fondo Adaptación, la CVC, la Alcaldía de Cali, y Emcali con el acompañamiento de ProPacífico, ha permitido, además de reforzar el Jarillón, concluir obras como el canal Cauquita sur, la recuperación de la laguna el Pondaje fase II, el reforzamiento de la estación de Bombeo Paso del Comercio, Ptar Cañaveralejo y Ptar Puerto Mallarino; además de reasentar más 3.500 familias a través de viviendas de interés prioritario e intervenir un poco más de 5.000 familias que antes vivían en zona del Jarillón.

La relevancia de este trabajo es evidente. El Jarillón se perfila como la obra de infraestructura más importante de la ciudad tras una inversión que superará el billón de pesos y que una sola falla podría significar la inundación de más del 70% de Cali y un retroceso de 20 años en su recuperación.

Sin duda esta es una muy buena noticia. Sin embargo, todo el trabajo se puede perder si no pensamos en su gobernanza. El Jarillón fortalecido no puede quedar a merced de los futuros invasores o los que lo usan como escombrera. La Alcaldía de Cali se ve obligada a realizar operativos diarios para contrarrestar los constantes intentos de invadirlo nuevamente. La estadística es que son más de 15 construcciones diarias.
Para consolidar, pero sobre todo preservar el trabajo adelantado desde el 2015, será necesario posicionar al Jarillón como un ícono de Cali en el que el encuentro ciudadano provoque actividades sociales que compitan por este espacio vacante, desincentivando los actuales y constantes intentos de apropiación para usos privados ileales o irregulares y asegurando la funcionalidad del dique y del sector aledaño.

Desde hace un tiempo hemos hablado del Parque Lineal del Jarillón, como un gran proyecto de espacio público para el Oriente. Un espacio que nos vuelva la mirada al río como una forma de recogimiento y diversión, donde la ciudad pueda tener un espacio de encuentro, donde los habitantes del sector encuentren fuentes de ingreso y desarrollo, a través del turismo, la cultura, el deporte o de huertas urbanas.

En términos de presupuesto estimado, la materialización de este proyecto representa menos del 3% de lo que se ha invertido hasta el momento en el Plan Jarillón y significa su verdadera gobernanza y conservación. La Alcaldía de Cali tiene una fuente clara para financiar este proyecto: la sobretasa ambiental que recaudo la CVC. Además, hace parte de los proyectos movilizadores dentro del Plan de Desarrollo de la administración.

Está en cabeza de la Alcaldía dar la puntada final que consolide los logros de esta estrategia que juntos hemos impulsado en los últimos años. El Parque Lineal del Jarillón representa la consumación del proyecto y el mecanismo para hacer entrega material y simbólica del mismo a la ciudadanía, que al igual que la administración, tiene la responsabilidad de concederles al río y al Jarillón el lugar que les corresponde en el imaginario y la vida de los caleños.