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Cuestión de prioridades y planeación

Para algunos la importancia de la conexión Pacífico Orinoquía (CPO) para el Valle del Cauca no es obvia. Intentaré demostrar su importancia.

8 de septiembre de 2020 Por: María Isabel Ulloa

Para algunos la importancia de la conexión Pacífico Orinoquía (CPO) para el Valle del Cauca no es obvia. Intentaré demostrar su importancia.

Es evidente que en el corto plazo nuestro departamento tiene varias prioridades en infraestructura: La Buga-Buenaventura, la nueva malla vial del Valle, el dragado de profundización del Puerto de Buenaventura, el tren de cercanías y la red terciaria. Sin embargo, esto no significa que no haya otros proyectos que sean igualmente importantes y que tengan el potencial de generar inmensos beneficios para el departamento, como es el caso de la Conexión Pacífico - Orinoquía.

Desde el punto de vista geográfico, de los 1490 km que componen la vía, cerca de 200 km tienen presencia en el Valle y abarcan un gran polo de desarrollo económico, como lo es el Puerto de Buenaventura. Un gran impacto del proyecto, es que genera un acceso directo hacia y desde el puerto con el sur y oriente de Colombia, lo cual permitirá generar un mayor intercambio comercial entre el Valle y una gran extensión geográfica y poblacional del país, poco explotada por la carencia de accesibilidad vial.

Dentro de esta lógica, esta conexión vial habilita y estimula el escalamiento cuantitativo y cualitativo de las actividades económicas productivas de la altillanura, Huila, sur del Tolima, Caquetá y Putumayo, lo cual maximiza el perfil de los intercambios comerciales con el Valle. Esto significa que la diversidad y sofisticación de nuestro tejido empresarial, tendría un acceso más eficiente a centros de producción y consumo de gran tamaño, que hoy son atendidos en su mayoría por Bogotá u otras regiones de Colombia.

Además, está la gran ventaja que tenemos por contar con el único puerto en el Pacífico colombiano habilitado para movilizar contenedores y gráneles, que al conectarse con vías de jerarquía como la CPO, podría canalizar la integración de los nuevos mercados domésticos con el mercado internacional.

Es importante recordar que la Vía Mulaló - Loboguerrero hace parte de esta conexión vial y representa un tramo vital para dar continuidad al tráfico generado por el proyecto desde la altillanura. De acuerdo con datos de ProPacífico, en el año de entrada en operación del proyecto los beneficios de este tramo en particular ascienden a $70.000 millones.
Estos beneficios se explican por la sustitución de importaciones, mayores exportaciones y menor costo operativo vehicular de la carga actual que usaría este tramo del corredor. Para un horizonte de 20 años, los beneficios económicos descontados para el tramo Mulaló - Loboguerrero ascienden a $1,09 billones, lo que representa un 7% de los beneficios totales del proyecto, con solo 31,8 km de vía.

Adicionalmente, no se puede perder de vista que de los $7 billones calculados en actividad económica indirecta derivada en el periodo de ejecución del proyecto de la CPO, gran parte de ello se generaría en el Valle.

Los beneficios descritos demuestran que la CPO, al solucionar la transitabilidad por las dos cordilleras que cruzan la zona geográfica del Valle del Cauca, se convertiría en factor de atracción de nuevas inversiones, apertura de nuevos mercados y detonante de mejores condiciones sociales. Se generarán mayores eficiencias en los costos para el comercio internacional y nacional, se reducirán los tiempos de viaje y se mejorará la provisión de bienes y servicios como la seguridad.
En movilidad se mejorarán las condiciones de desplazamiento en óptimas condiciones hacia y desde los centros de producción, empleo, consumo y servicios sociales.

Así, la discusión no puede ser si se hace uno u otro proyecto. Todos son importantes. Es cuestión de que el Valle del Cauca tenga claros sus objetivos y metas de corto, mediano y largo plazo.

*Directora Ejecutiva ProPacífico

Sigue en Twitter @MariaIUlloa