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Una lección para Uribe

Uno de los hábitos del expresidente Uribe, gracias a los contactos que...

22 de noviembre de 2013 Por: María Elvira Bonilla

Uno de los hábitos del expresidente Uribe, gracias a los contactos que mantiene en las Fuerzas Militares y de la información que le llega de las regiones del país, es llevar un registro numérico de hechos violentos, atentados, muertos, heridos, retenes ilegales que socializa permanentemente a través de su cuenta de Twitter. Este ejercicio forma parte de su estrategia política para socavar la política de seguridad del presidente Santos, comparándola con la de su gobierno. Uribe tiene más de 2.500.000 seguidores -supera en 300 mil a los de Santos- que se mantienen pendientes de sus trinos.El pasado 19 de noviembre reportó a través de tres mensajes consecutivos el atentado contra el periodista Diego Gómez Valverde, director del Canal Universitario de Univalle. Aprovechó como siempre la dolorosa ocasión para mandar su cuña política. Escribió: “Herido periodista en Cali: en nuestro gobierno hubo protección, libertad, nunca manipulación, algunos inventaron ‘chuzadas’, sin pruebas!”.El periodista de El País Juan Gabriel Vélez, quien vivió en carne propia desde la redacción nocturna del periódico la tragedia del colega de Univalle, reaccionó indignado ante los trinos. Procedió sin contemplación a escribirle una dura y sentida carta a Álvaro Uribe. Esta interpretó un sentimiento que la ha llevado a ser compartida masivamente en las redes sociales y bien vale recoger algunos apartes.Empieza así: “Uribe: primero que todo, me permito informarle que Diego Gómez Valverde, el periodista está vivo. Hago referencia al nombre, profesión y cargo de mi colega porque para mí y los demás periodistas de Colombia, ni Diego Gómez Valverde ni los demás comunicadores asesinados son solamente una cifra. No son ese número que usted tan aireadamente pone en sus trinos para alabarse a usted mismo. No son un algo cuantitativo que sirve para hacer política como usted la hace, de esa manera enferma y ególatra.Nuestros caídos no son una victoria para usted. No son sus mártires ni están dando su vida para que usted pueda ocupar un cargo público. No son argumentos para explicar su megalomanía.Esa forma suya de catapultar sus caprichos políticos utilizando la sangre, no solamente de periodistas, sino de todas las víctimas de la violencia en este país, es un acto tan repudiable y condenable. La macabra forma de poner a su gobierno por encima de los otros me hace pensar que usted es un gran político pero un asco de ser humano. Para usted, el fin justifica los medios, solo que en esta caso, el fin no es hacer de Colombia un lugar mejor, sino satisfacer su peligrosa ambición de poder. Sinceramente, espero que no tenga suerte en sus objetivos políticos actuales o futuros. No merece la gloria que tanto anhela, si esa victoria es a expensas de ciudadanos que han perdido la vida. Espero que su política del baño de sangre termine en algún momento. (…) Lo malo es que aunque usted desista de sus método políticos, ya encontrará otra forma de hacernos sentir miedo y asco.”Esta carta además de una reflexión debe ser un llamado para que el expresidente Uribe enaltezca la campaña política con ideas y propuestas y no aproveche la tragedia para lograr dividendos electorales en un país que se merece vivir en paz.