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“Practicar abortos es nuestro deber”

No es fácil asumir posiciones claras y abiertas frente al aborto. Más...

12 de julio de 2013 Por: María Elvira Bonilla

No es fácil asumir posiciones claras y abiertas frente al aborto. Más si se es médico. Vociferan las cavernas, generalmente masculinas, que rechazan la posibilidad de realizarlo incluso cuando está en riesgo la vida de la madre, o en cualquiera de las circunstancias que permite la ley. Por eso encuentro tan valioso y valiente el testimonio de la doctora Rebeca Escobar, una joven médica de 26 años, recientemente graduada en la Universidad de los Andes que defendió abiertamente su práctica ética en una entrevista en el portal www.las2orillas.co y dijo: “Practicar abortos es nuestro deber”. El polémico alcalde de Bogotá, Gustavo Petro ha sido pionero y audaz en la aplicación de muchas de las decisiones aprobadas por la Corte Constitucional, como tratar la drogadicción como un problema de salud pública, integrar a los recicladores a la cadena de recolección de basuras de la ciudad, acoger dignamente a los desplazados y abrirle las posibilidad a las mujeres que quieran abortar por las causas contempladas en la Ley, poder hacerlo abiertamente y en condiciones higiénicas y seguras. Para esto creó los Centros de servicios amigables en Salud Sexual y Reproductiva que abre el Distrito.La doctora Rebeca trabaja en uno de ellos, adscrito al Hospital de Suba. En los cuatro meses que lleva funcionando el centro, han recibido 67 solicitudes, en su mayoría de mujeres jóvenes entre los 18 y los 25 años. Seis solicitudes tenían como causal la violación, tres por malformación y el resto por el estado crítico y en riesgo de la salud de las mujeres. Sin embargo son muchos los médicos que a pesar de defender de palabra el aborto en estas circunstancias le sacan el cuerpo a la hora de practicarlo. Le temen a la estigmatización. Pero también por el desgaste emocional que conlleva. Muchas veces prefieren llegar hasta la consulta y que otra persona sea la que realice el procedimiento. Ella acompaña a las pacientes de principio a fin. Y les da alivio.Para la doctora Rebeca se trata de un procedimiento como cualquier otro, como el de extraer un apéndice oportunamente para salvar al paciente de morir víctima de una peritonitis. Está convencida de que el debate moral o religioso es del fuero íntimo de cada una. “La mujer es dueña de su cuerpo y la que toma la decisión sobre ese embrión o feto es ella; cuando una mujer llega con cualquier dilema religioso, yo dejo que cada una de ellas negocie con su dios. Yo no soy religiosa, y si lo fuera no trabajaría con la biblia en la mano porque este es un país laico”.“Como médicos nuestro deber es cuidar la salud de la gente, darle bienestar y en el caso de mujeres que presenten estas situaciones que estén incluidas entre las causales de la Corte, nuestra obligación es obedecer el mandato de la Corte Constitucional y ofrecerles el procedimiento, escucharlas, ayudarlas, la mayoría llegan con muchos dolores físicos, pero sobre todo psíquicos y ponerles la menor cantidad de barreras posibles. Y tratarlas con dignidad”. Una posición ejemplar la de esta joven doctora que cumple su trabajo con discreción y profesionalismo, preparada para salvar vidas aunque le lluevan piedras.