El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

La crónica como historia

No hay tal vez mejor manera de aproximarse a la realidad de...

20 de agosto de 2010 Por: María Elvira Bonilla

No hay tal vez mejor manera de aproximarse a la realidad de un país que a través de la crónica periodística. León Valencia, quien como investigador junto a Claudia López han avanzado en el esfuerzo por desmenuzar fácticamente la captura del Estado por las mafias, identificadas en el fenómeno de parapolítica, pero cuyos tentáculos trascienden la clase política, es también un gran reportero. Periodistas que logran sintetizar a través de la vida de la gente, de los diversos protagonistas, la realidad del país y más concretamente del conflicto colombiano. Lo hizo en su primer libro, un relato autobiográfico titulado Mis años de guerra que se remonta a la guerrilla del ELN de los años 70. A través de un apasionante relato revela claves para entender la lógica tan absurda como soñadora que arrastró a miles de jóvenes del continente a la lucha armada, a ver en ésta, confundidos, un medio para enfrentar la desigualdad. Una historia tan larga como frustrante que no sólo se llevó los sueños por delante sino acabó con vidas, miles de vidas enterradas en esta quimera. El universo en este nuevo libro, Tanja, una holandesa en la guerrilla colombiana , son las Farc. A través de la vida de esta joven de 23 años que abandona el confort y la tranquilidad de la clase media europea, para ella monótona y gris, en Denekamp, un pueblo de 10.000 habitantes para ingresar a las Farc. Se inicia como informante urbana, primero en la academia de enseñanza de inglés Wall Street, y luego en las propias aulas de la tradicional Universidad del Rosario. Tuvo que ver, a veces sin saberlo y otras veces con el convencimiento necesario, con los rockets que lanzaron las milicias de las Farc el día de la posesión del presidente Uribe, con buena parte de la cadena de petardos colocados en las estaciones de trasmilenio y con el atentado al Club del Nogal. Pasa entonces a la clandestinidad bajo el mando de Carlos Antonio Lozada con epicentro en el Sumapaz, desde donde coordinan las acciones armadas en Bogotá. Su vida en la guerrilla coincide con los ocho años de la arremetida sin tregua del gobierno de Álvaro Uribe contra las Farc y por tanto con el declive militar, económico y político. Nada que ver con la realidad de la organización que Tanja idealizó desde su pueblo en Holanda y que engrandeció aún más cuando asistió al lanzamiento del Movimiento Bolivariano dirigido por ‘Alfonso Cano’ en el Caguán, en su mayor momento de fortaleza organizativa y militar. Con base en el diario que el Ejercito encontró y que dejó en su morral junto al computador de Lozada, en la afanosa huida cuando las Fuerzas Militares atacaron el campamento en el 2007, y a una reportería exhaustiva que comienza en Denekamp, se traslada a Pereira donde la holandesa llegó por primera vez al país, llega al Magdalena Medio donde estuvo con las caravanas por la paz en pleno auge paramilitar hasta completar su rastro en Bogotá y su ingreso a las Farc, León Valencia aporta elementos para entender el conflicto colombiano desde dentro y permite entender por qué conseguir llevarlo a su fin es el mayor desafío de cualquier gobernante colombiano. Por lo demás, una completa tarea que no se logrará sólo con balas.