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Cuando los magistrados eran héroes

Quienes deben estar francamente golpeados con la crisis de la Justicia son...

27 de marzo de 2015 Por: María Elvira Bonilla

Quienes deben estar francamente golpeados con la crisis de la Justicia son los estudiantes de derecho. Que son miles en Colombia, un país de abogados que se gradúan en universidades reconocidas pero también en muchas instituciones de garaje. Ellos tienen que estar tristes y decepcionados, como lo reconoce el joven abogado Luis Fernando Abril en un impactante texto titulado ‘Cuando los magistrados eran nuestros héroes’, publicado en el portal Las2orillas. Empieza por relatar lo que le significó, cuando era estudiante de tercer semestre de derecho, ver al magistrado Carlos Gaviria haciendo como cualquier ciudadano una cola frente al cajero de un banco, sin aceptar, con toda sencillez que la gerente intercediera por él. Entonces un coloso del mundo jurídico. Su sabiduría, inspiraba respeto y sus ponencias y doctrinas dejaron huella en la primera Corte Constitucional que tuvo Colombia, creada por la Constitución del 91.“No tuve pena alguna en sacar mi Constitución Política y pedirle que me la firmara”, cuenta Abril. “Él con toda la humildad del mundo, me puso una dedicatoria y me la firmó. Si hubieran existido los celulares en esa época, no hubiera dudado en sacarme una ‘selfie’ con este grandioso personaje.En mi época de estudiante de derecho, un Honorable Magistrado (antes sí se les podía llamar así) de una alta corte, era un verdadero héroe. Ellos eran los autores de los libros de lectura obligada durante la carrera; los que elaboraban aquella sabia jurisprudencia, que devorábamos y debatíamos con gran interés; ellos representaban lo más alto y sublime de la pirámide jurídica; eran el sello de la excelencia, así como de la ética; tenerlos cerca o recibir clases de ellos, era tal vez como si a un niño hoy día, se le apareciera Iron Man o algún otro ser con súper poderes.Pero ahora… ¿Dónde están los bien llamados juristas de antaño?, en las actuales altas cortes… ¿Quiénes son los dignos sucesores de los maestros Gaviria, Naranjo (q.e.p.d.), Sáchica y Reyes Echandía? ¿Cuáles de esos magistrados con silla en el Palacio de Justicia, son realmente merecedores de llevar el título de ‘Honorables’? Lastimosamente muy pocos y tal vez, ninguno. Los de hoy no quieren ser llamados “honorables”, no por sus libros, sus sentencias o sus argumentaciones jurídicas; sino porque se creen emperadores, con muchos escoltas, mucha vida social y política; haciendo turbios negocios en prestigiosos clubes de Bogotá, vendiendo su conciencia y la ética por poder y dinero.El comportamiento en las altas cortes (puertas giratorias, tráficos de influencias, carruseles, pensiones millonarias, corrupción…) es realmente doloroso. Ver que ya no quedan más de esos héroes que guíen e inspiren a los estudiantes de derecho a defender la ética -que si es inherente a la profesión- y a esforzarse por alcanzar una verdadera justicia en Colombia. Pueda ser que nuestro sistema judicial haya tocado fondo, para que no quede más alternativa que la de replantearlo todo, incluyendo el método de elección y permanencia de los magistrados; y sobre todo, la revisión de sus calidades, no solo como profesionales, sino como seres humanos.Mientras eso pasa, quienes conocimos y admiramos a aquellos Honorables Magistrados de antes, suspirando, seguiremos diciendo: “Hubo una vez, una época de verdaderos héroes”. ¡Cuánto los extrañamos!