El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Artículo

Relación tormentosa

Noviembre 4 de 1979. Una horda de estudiantes iraníes miembros de una orden islámica irrumpió violentamente en la sede de la embajada de Estados Unidos en Teherán y tomó como rehenes a 52 diplomáticos americanos.

7 de enero de 2020 Por: Marcos Peckel

Noviembre 4 de 1979. Una horda de estudiantes iraníes miembros de una orden islámica irrumpió violentamente en la sede de la embajada de Estados Unidos en Teherán y tomó como rehenes a 52 diplomáticos americanos en rechazo al asilo que Estados Unidos le había conferido al Sha Reza Pahleví, depuesto por la revolución islámica comenzando ese mismo año.

Hasta entonces Irán constituía el principal bastión de Occidente en el Medio Oriente máxime durante los años de la Guerra Fría. Estados Unidos había sido el mayor soporte del represivo régimen del Sha desde que Washington y Londres impulsaron el derrocamiento en 1953 del popular primer ministro Mohammad Mosaddeq y ‘sentaron’ a Reza Pahleví en el ‘trono del pavo real’.

El régimen del Sha, acerca del cual el presidente de Estados Unidos Jimmy Carter se había referido como “sólido como granito”, colapsó a comienzos de 1979 tras las multitudinarias manifestaciones a lo largo y ancho del país que exigían la salida de Reza Pahleví. La coalición de fuerzas que condujo a la caída del Sha incluía principalmente al clero chiita encabezado por el Ayatola Ruhollah Khomeini, quien desde su exilio en Francia era el símbolo máximo de la resistencia, pero también fuerzas democráticas liberales, el partido comunista y otras agrupaciones políticas, unidas alrededor del objetivo de derrocar a Pahleví. En marzo de 1979 a través de un referendo nace la República Islámica de Irán. Una vez logrado el objetivo de sacar al Sha, Khomeini y el clero chiita fueron lastrando a sus otrora aliados, varios de los cuales terminaron en el exilio, encarcelados o muertos y tomaron firme control del país.

La toma de los rehenes, una clara violación de los principios diplomáticos establecidos en la convención de Viena concluye el primer día del gobierno de Ronald Reagan, 444 días después de iniciado el cautiverio. Desde entonces la relación entre los dos países ha estado signada por conflictos de mayor o menor intensidad con un corto interregno durante la administración Obama cuando se negoció el acuerdo nuclear entre el P5+1 y Teherán, rubricado en julio de 2015 por medio del cual Irán suspendía sus actividades nucleares a cambio del levantamiento de las sanciones que había impuesto a Irán el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

La retirada de Estados Unidos de este acuerdo, denunciado por Trump desde su campaña, ha llevado a la escalada actual que tuvo su truculento capítulo con el asesinato del general Qassem Soleimani, comandante de la fuerza Quds. El rechazo de la administración Trump al acuerdo nuclear se argumenta en que este no restringe las actividades subversivas iraníes en la región ni su programa de desarrollo de misiles. Una vez fuera del acuerdo, Estados Unidos comenzó a aplicar la ‘máxima presión’ a Irán a través de fuertes sanciones económicas que tienen la economía persa al borde del colapso.

Por más de dos décadas Soleimani había estado al mando de la ‘fuerza expedicionaria’ iraní en Medio Oriente encargada de conformar fuerzas proxis proiraníes usando para tal fin a la población chiita especialmente en El Líbano, Iraq, Yemen, Siria, y forjando alianzas con organizaciones como la Yihad Islámica palestina en Gaza. La fuerza Quds ha creado ‘enclaves iraníes’ en territorio árabe los cuales comenzaron a ser rechazados por la población especialmente en Iraq y Líbano donde las masivas protestas finalizando 2019 incluían entre las exigencias el “fin de la injerencia iraní”.

Se abre pues un nuevo capítulo en la tormentosa relación entre Washington y Teherán de pronóstico reservado y con implicaciones para la región toda.

Sigue en Twitter @marcospeckel