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2016 global

Comienza un nuevo año, bisiesto, generando las habituales expectativas y...

30 de diciembre de 2015 Por: Marcos Peckel

Comienza un nuevo año, bisiesto, generando las habituales expectativas y promesas, a la vez que muchas de las tragedias que agobian al planeta continuarán su trasegar sin solución a la vista. En nuestro país la agenda seguirá acaparada por el proceso de paz en su fase final o terminal, la palabra posconflicto se volverá cotidiana y el frágil Estado colombiano deberá enfrentar un colosal desafío institucional para lo cual no es evidente que esté preparado. Nuevos alcaldes y gobernadores se posesionan el primer día del año, algunos frotándose la manos con los cálculos que hacen sobre el incremento de sus fortunas, otros bien intencionados buscarán cumplir una mínima parte de las promesas que los ayudaron a elegirse, otros con su grandilocuencia tratarán de dejar un legado faraónico así sea poco útil. En un planeta cada vez más anarquizado se hará evidente la falta de liderazgo global y la caída de los precios de las commodities seguirá pasando factura. En Siria se prolongará el genocidio, acelerado con los temibles cazas rusos sumándose a la faena que por casi cinco años completa el dictador Bashar al Assad, mientras millones languidecen en campos de refugiados o buscan afanosamente llegar a una Europa que cierra sus puertas. A cien años del acuerdo Sykes-Picot, pecado original de mucho de lo que está mal en el Medio Oriente, el tinglado geopolítico se hace más complejo y peligroso con Rusia, Turquía, Israel, Arabia Saudita, Irán, Isis y una babosa alianza occidental, cada quien tras su presa. En nuestra América el año comienza movido el 5 de Enero cuando tome posesión la nueva Asamblea Nacional venezolana controlada por la oposición, tañendo el campanazo inicial de lo que será una épica lucha de poderes entre el chavismo que no va a ceder ni un ápice del control del Estado y una oposición que comienza a mostrar fracturas y que si no mueve sus fichas con el mayor cuidado y se mantiene unida será aniquilada por ‘el pueblo’. La pelea entre Macri y Maduro está para alquilar balcón pues el mandatario argentino ya demostró que “va por todo el pote”. En Bolivia se llevará a cabo un referendo constitucional, de resultado anunciado, que le permitirá a Evo perpetuarse en el poder, aprendiendo “las lecciones de Venezuela y Argentina”. El socialismo del Siglo XXI no permite alternancia y depende de un caudillo para su supervivencia. En Estados Unidos comienza en febrero el largo camino a la Casa Blanca con unas primarias republicanas dominadas por Donald Trump quien parece haberse conectado a una gran masa de votantes de la derecha, hipnotizados por su retórica, los insultos a sus contendores, apelando a los temores y racismo de los ‘rednecks’ y exhibiendo total displicencia para con la prensa a la que utiliza como caja de resonancia para su propaganda. A más tardar en abril se esclarecerá si Trump es o no es, mientras que a Hilary no le ha salido rival en su partido. Habrá elecciones presidenciales en Perú donde gane quien gane, entre una docena de precandidatos, no se prevén grandes cambios en un país que ha mantenido una línea económica estable, mientras que en Brasil Dilma sigue en la cuerda floja. Habrá más crisis, más guerras, más refugiados, más corrupción, más avances tecnológicos, más héroes anónimos, más elecciones, una sociedad más empoderada, millones de millones de trinos, unos olímpicos, nuevo presidente de Fifa, incertidumbre económica y mayor desigualdad en esta parte del mundo. Feliz 2016.