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El fenómeno Chimamanda

Chimamanda se ha convertido en una de las voces más poderosas del Siglo XXI porque ha desnudado las acciones cotidianas de nuestra sociedad que reafirman los estereotipos sobre ser niño o ser niña.

3 de febrero de 2019 Por: Mabel Lara

“El problema con el género es que prescribe, cómo debemos ser, en vez de reconocer cómo somos. Imagina cuánto más felices seríamos, cuánta más libertad tendríamos de ser para nosotros mismos, si no tuviésemos el peso de las expectativas de género”.

La frase es de la escritora nigeriana Chimimanda Adichie Nogzi, invitada principal al Hay Festival de Cartagena, y a quien tuve el inmenso privilegio de entrevistar para analizar su manifiesto ‘Todos deberíamos ser feministas’.

Chimamanda se ha convertido en una de las voces más poderosas del Siglo XXI porque ha desnudado las acciones cotidianas de nuestra sociedad que reafirman los estereotipos sobre ser niño o ser niña. Es considerada la voz del feminismo moderno y a través de sus cuatro novelas, sus charlas TED y sus columnas de opinión en importantes medios de comunicación (como El País de España o el New York Times) ha logrado que decenas de jovencitas y adolescentes se declaren feministas.

‘Todos deberíamos ser feministas’ es un muy pequeño libro de bolsillo que en 30 páginas desnuda los problemas de la educación y la forma como les enseñamos a los hombres a tenerle miedo al miedo, a temerle a la vulnerabilidad y a relacionar su masculinidad con el dinero.

Estamos obsesionados con los ‘hombres duros’ y en contrapartida educamos a las niñas a renunciar a sus sueños por los sueños de los demás “haciéndoles sentir como si por haber nacido mujeres ya fueran culpables de algo”, nos dice la escritora.

Crecemos, para ser mujeres que se silencian a sí mismas, para no decir lo que realmente pensamos y lo peor es que a base de hacerles sentir a los hombres que tienen que ser duros debilitamos su ego y criamos a las jovencitas para que estén al servicio “de esos frágiles, egos masculinos”.

Su mensaje deja al desnudo la responsabilidad de quienes estamos criando a las nuevas generaciones y nos pregunta directamente: ¿Qué pasaría si se educa no pensando en un género, sino en la capacidad?

Chimamanda es una prosa simple que deshoja los prejuicios de ambos géneros: “A unos se les motiva al coraje y a la aventura, mientras que a otras se nos obliga a seguir la cordura y la sumisión. Viniendo de África es la escritora más revolucionara de occidente y les habla directamente a los hombres porque entiende que el feminismo no sólo nos incumbe a las mujeres, no es la manifestación de una mujeres rabiosas y desesperadas, es la decisión de entender que ambos géneros requieren desarrollarse, construir sus proyectos de vida, sin que eso signifique a alguno de los dos en la pareja ceder ante los sueños del otro”.

Si alguien entiende lo que es ser feminista contemporáneo o del Siglo XXI es esta novelista Nigeriana que pasó por Cartagena, y pequeño manifiesto es un libro que todos debemos leer: mi hermana, mi madre, mi esposo, mis amigos y especialmente mi hijo. Hay que buscarlo, leerlo, regalarlo e implementarlo.

Sigue en Twitter @MabelLaraNews