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Pistas para las presidenciales

La democracia se vive en la cotidianidad, pero se juega en las elecciones. ¿Qué tendencias vemos desde la Universidad? La arena político-electoral vallecaucana, tanto en lo interpartidista como en lo intrapartidista, se encuentra altamente fragmentada.

20 de mayo de 2018 Por: Luis Felipe Gómez Restrepo

La democracia se vive en la cotidianidad, pero se juega en las elecciones. ¿Qué tendencias vemos desde la Universidad? La arena político-electoral vallecaucana, tanto en lo interpartidista como en lo intrapartidista, se encuentra altamente fragmentada. Evidencia de esto son el proceso y los resultados de las recientes elecciones legislativas de marzo de 2018. Según un análisis (por publicar) de la Misión de Observación Electoral, treinta grupos u organizaciones políticas distintas compitieron en el Valle del Cauca bajo las sombrillas de ocho partidos políticos.

Los grandes ganadores en las elecciones legislativas fueron las facciones del Partido de la U, y las tres organizaciones que tiene en el departamento Cambio Radical. Estas estructuras abarcan redes clientelares. Se espera que estas importantes maquinarias políticas logren favorecer muy significativamente al candidato Vargas Lleras en las próximas elecciones presidenciales.

El logro del Centro Democrático en las legislativas fue menor, pero, de todos modos, importante. También recurrió a las maquinarias, pero tuvo cierto éxito con el voto de opinión. Quienes le disputaron este voto en lo urbano, fueron la facción más Fajardista y tecnocrática del Partido Verde y las dos organizaciones que compiten dentro del Polo Democrático. Que los votantes que apoyaron a estos grupos a las legislativas necesariamente apoyen ahora a los respectivos candidatos presidenciales (Iván Duque y Sergio Fajardo) no es seguro, pero sí bastante probable.

En las elecciones presidenciales de 2014 los resultados de Cali y del Valle del Cauca fueron, grosso modo, consistentes con los resultados nacionales. Es de anotar, sin embargo, que en ambas vueltas de dichas elecciones los dos candidatos mayoritarios no fueron tan dominantes en Cali como en algunos otros municipios del Valle. Si este escenario de menor concentración de las preferencias se repitiera en 2018, sería beneficioso, pues enviaría el mensaje de que la polarización política no es imparable. Mucho menos claro es qué harán en las presidenciales, quienes votaron en las legislativas por candidatos o grupos del muy disperso Partido Liberal o del debilitado Partido Conservador.

En la historia reciente (2010 y 2014) la participación electoral en el Valle del Cauca, tratándose de las elecciones presidenciales, ha sido un poco inferior a la del orden nacional. En 2014 la participación aumentó radicalmente de la primera a la segunda vuelta; este fenómeno se presentó también para los demás departamentos del país.

Es de anotar que, en ambas vueltas, el municipio del Valle del Cauca con menor participación fue Buenaventura, lo cual no sorprende, dadas las marcadas problemáticas de esa ciudad. Pero que puede cambiar luego de las dinámicas de participación ciudadana después del paro.

En las elecciones presidenciales del próximo domingo, los colombianos nos estamos jugando puntos muy importantes de la agenda nacional, los cuales nos afectarán directamente como ciudadanos y en particular la implementación del acuerdo de paz. Igualmente, las reformas anunciadas a temas tan sensibles como las pensiones, la educación, la salud y el empleo entre otros, hacen que sufragar se convierta en un imperativo, que nos compele a participar y no asumir la posición de meros espectadores. La participación en una democracia es elemento legitimador, así como el respeto a la dignidad humana en esa sociedad.

* Rector Universidad Javeriana Cali

Sigue en Twitter @RectorJaveCali

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