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Teocracia y cine

El área que observo claramente por su distanciamiento del poder se encuentra en la industria del cine iraní que es de óptima calidad y muy valiente

1 de julio de 2021 Por: Vicky Perea García

Hace pocos días en Irán se celebraron las elecciones presidenciales más manipuladas de su historia. Después de eliminar a las aspirantes mujeres y a todos los rivales moderados, y a pesar de registrar una escandalosa abstención ‘ganó’ Ebrahim Raissi, el candidato escogido por la cúpula en el poder de Ali Khamenei, el líder supremo quien tiene la última palabra sobre todo lo que pasa en Irán. De modo que en Irán seguirá mandando la teocracia, instalada desde los días del ayatollah Khomeini y caracterizada por el fanatismo religioso más oscurantista y cuyo principal objetivo busca imponer su dominio sobre todo su entorno con logros evidentes en Siria, Iraq, Yemen y Líbano. Y con miras a extenderlo a toda la región. Además de “borrar Israel del mapa” y adquirir armas nucleares para llegar a sus fines. Sacrificando por su causa al mismo pueblo iraní que soporta durísimas restricciones y una muy pobre economía doméstica.

Por otra parte se dice que Ebrahim Raissi, el nuevo presidente ‘electo’, tiene mala fama en la opinión (enmudecida) iraní. Muchos lo llaman ‘el matón’ por su responsabilidad directa como jefe del poder judicial en masacres masivos de prisioneros políticos. Pero tiene gran aceptación entre los religiosos que controlan el país porque fue un alumno de Ali Khamenei y es percibido como un ‘sayyed’ (título de nobleza) descendiente del profeta Mohamed. Es más: se perfila como sucesor del actual líder supremo que tiene 82 años de edad.

¿Qué dice el pueblo iraní respecto a la elección de Raissi como presidente? No mucho ya que el gobierno no lo permite. Y da la impresión que en Irán los intelectuales y los jóvenes en general optaron por distanciarse de la política que no les abre sus puertas ni logran cambiar. Ellos viven en un sociedad paralela, medio clandestina y llena de peligros y se destacan por su sofisticación y modernismo. Es la parte de la sociedad que maneja el internet y se identifica con la civilización occidental. Toda la gente involucrada en arte (música, literatura, pintura, etc.) vive así.

El área que observo claramente por su distanciamiento del poder se encuentra en la industria del cine iraní que es de óptima calidad y muy valiente. El famoso Abbas Kiarostami (falleció en el año 2016) fue quizás el más talentoso cineasta iraní que Occidente descubrió y acogió con entusiasmo por sus películas fuera del común, rellenas de simbolismos y ambigüedades, pero que dicen mucho.

Como por ejemplo ‘El deseo de la cereza’ (Palma de Oro del Festival de Cannes) que relata la historia de un conductor que da vueltas en redondo en busca de un sentido a su vida o la posibilidad de suicidarse. Hoy en día otros cineastas iraníes se lucen y participan con honores en festivales de cine a nivel mundial. Nombraría dos importantes. Uno sería Asghar Farhadi quien compite en la Selección Oficial del Festival de Cannes de este año con un film titulado ‘Un héroe’. En años anteriores nos regaló joyas cinematográficas como ‘La separación’, ‘The salesman’ (ambas oscarizadas), ‘The Past’, ‘Everybody knows’ y otras. Farhadi logró abrirse camino entre los grandes con películas sabiamente dosificadas en las cuales alcanza a exponer las dificultades económicas y sociales en su país pese a la severa censura que las quiere castrar.

El otro importante cineasta sería Jafar Pahani, igualmente celebre y más relacionado con el trabajo de Kiarostami aunque más agresivo en sus denuncias hasta el punto de pagar cárcel, provocar su residencia forzada, la prohibición de salir del país y hacer cine por muchos años. Sin embargo, él se las arregla y logramos ver varias de sus películas en Cannes (sin su presencia física que fue lamentada unánimemente) traficadas al exterior como ‘Taxi’, ‘Tres Caras’ o ‘This is not a film’ y que en serio y broma critican al gobierno y sobre todo abrazan la suerte de la mujer muy castigada y discriminada por las autoridades iraníes.