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Plebiscito, un ‘riesgo real’

Plebiscito o referendo vienen a significar lo mismo (con una pequeña diferencia...

7 de octubre de 2016 Por: Liliane de Levy

Plebiscito o referendo vienen a significar lo mismo (con una pequeña diferencia que no viene al caso); se refieren a un proceso electoral excepcional que un gobernante se ve en la necesidad de utilizar para frenar una oposición de la clase política o tranquilizar una crisis de confianza en la opinión en general. Es una consulta directa a los ciudadanos para que manifiesten su voluntad o disconformidad sobre un determinado tema. El gobernante convoca el plebiscito, casi que por obligación, para poder sacar adelante un proyecto controvertido y luego legitimizarlo. Siempre esperando un resultado favorable. Pero a veces surgen sorpresas como sucedió en Colombia el pasado domingo 2 de octubre, cuando el plebiscito sobre el acuerdo de paz con las Farc arrojó un resultado adverso. Recuerdo que a sólo una semana e incluso después de la jubilosa ceremonia de la firma de paz Gobierno - Farc en Cartagena junto a eminentes personalidades internacionales, todos eran muy confiados del éxito ya que los sondeos daban al ‘Sí’ una amplia ventaja del 55 al 65%. Y luego la sorpresa y el desconcierto cuando ganó el ‘No’. Un balde de agua fría.En la historia de los plebiscitos, otras grandes sorpresas similares a la nuestra, se convirtieron en casos para analizar y comprender. Una sucedió en Francia protagonizada por el prestigioso presidente Charles de Gaulle; él fue amigo de la modalidad electoral del referendo que lo respaldaba cada vez que el Parlamento osaba discutir sus propuestas, hasta que el día 27 de abril de 1969 quiso aplicar sus ideas sobre una reforma constitucional y una transformación en el Senado y se topó con un rechazo popular del 52,4% de los votantes. De Gaulle renunció a su cargo de inmediato.Lo mismo pasó en Chile en el año 1988 durante el muy represivo régimen militar que creía controlarlo todo y fue cuando el dictador Augusto Pinochet, buscó permanecer en el poder hasta el año 1997. Un abuso que quiso validar a ojos de la opinión pública internacional por medio de un referendo que le dijo ‘No’ en un 55,99%. Una sorpresa y una afrenta mayor que condujo al retiro definitivo de Pinochet, al fin de la dictadura y el comienzo del periodo llamado ‘transición a la democracia’. El fenómeno chileno fue llevado al cine en la excelente película ‘No’ de Pablo Larraín.Otro ejemplo de plebiscito o referendo con resultado inesperado fue obviamente el reciente ‘Brexit’ que se llevó a cabo para decidir si Gran Bretaña se quedaba o abandonaba la Unión Europea. Una decisión difícil y controvertida cuya responsabilidad el primer ministro David Cameron había prometido a los ingleses en un referendo a cambio de su reelección en 2015. Lo reeligieron y tuvo que cumplir con lo prometido. Lo que hizo, sin mucha preocupación, seguro de poder convencer a sus ciudadanos de las ventajas de permanecer en la UE así como de las terribles consecuencias económicas que soportarían en caso de un abandono. Y se equivocó porque, al parecer, nunca midió el alcance del malestar y de la angustia que se habían apoderado de los ingleses por culpa de la inseguridad y de la llegada de miles de inmigrantes que no se sentían en la capacidad de absorber. Se realizó el referendo el 23 de junio pasado y, contra toda lógica, ganó el Brexit, es decir la opción de separarse de la UE. David Cameron se inclinó ante la voluntad del referendo y también, renunció a su cargo, de inmediato.Ahora en Colombia, sin plan B y prácticamente en el limbo, se busca la manera de reponerse del inesperado ‘No’ del domingo pasado. Para mantener el optimismo aplaudo la gestión de una democracia que funciona y saludo el esfuerzo de los involucrados en el acuerdo, tanto a favor como en contra, para que se unan, escuchen la voz y los reclamos populares y actúen en consecuencia.